Aunque Hidalgo sigue manteniéndose por debajo del promedio nacional en materia de seguridad, algunos delitos están dando señales de alerta. De acuerdo con un informe de México Evalúa, el homicidio doloso y el narcomenudeo registraron un incremento durante 2024, dejando claro que la situación merece atención.
El estudio busca identificar los focos rojos de la seguridad pública, analizando las particularidades de la violencia en cada región. La organización resalta que entender la información local es clave para establecer prioridades, hacer diagnósticos más precisos y diseñar políticas públicas adaptadas a las necesidades específicas de cada territorio.
En el caso del narcomenudeo, el reporte destaca que ha cobrado mayor relevancia en los últimos años debido a la diversificación del mercado de drogas. Además, este delito se ha convertido en un termómetro para medir la presencia y las disputas del crimen organizado a nivel local.
Por su parte, el homicidio doloso también muestra una preocupante tendencia al alza. Aunque la tasa sigue siendo menor que la media nacional, el crecimiento sostenido es un indicador que no debe pasarse por alto. México Evalúa señala que este delito es la “máxima expresión de la violencia intencional” y una referencia clave para medir la inseguridad y la violencia vinculada al crimen organizado, dado su bajo nivel de subreporte y el contexto histórico de América Latina.
Sin embargo, no todo son malas noticias. En Hidalgo, los robos de vehículos han disminuido, aunque la tasa de este delito aún supera el promedio nacional. Algo similar ocurre con la extorsión, que también muestra una reducción, pero sin bajar del nivel nacional promedio.
El informe concluye que, si bien algunos delitos están controlados, el problema de la violencia sigue creciendo en distintas regiones del país, especialmente en el centro, lo que obliga a mantener el enfoque en estrategias de seguridad más efectivas.