Las lluvias torrenciales que azotaron Bahía Blanca este viernes dejaron una devastación sin precedentes en esta ciudad argentina, ubicada a unos 600 km al sur de Buenos Aires. En tan solo seis horas, cayeron más de 300 milímetros de lluvia, lo que equivale a la mitad de lo que usualmente se registra en todo un año. Esta cantidad provocó inundaciones masivas que ya han cobrado al menos 6 vidas.

Las calles de la ciudad se transformaron en ríos caudalosos que arrastraron vehículos, escombros y mobiliario urbano, y muchas viviendas no resistieron el impacto de las aguas. Mientras los equipos de emergencia luchan por llegar a las zonas más afectadas, se teme que el número de víctimas fatales aumente, ya que el agua sigue bajando y se abren nuevas áreas de rescate.
Unas 300 personas fueron evacuadas de urgencia, incluidas aquellas que se encontraban en el hospital Penna, que también tuvo que ser desocupado, especialmente el área de recién nacidos y otros sectores críticos.

Federico Susbielles, el intendente de la ciudad, compartió un mensaje en redes sociales donde destacó lo crítico de la situación: “Bahía Blanca ha sido nuevamente azotada por una catástrofe natural. Ya hemos acumulado más de 300 mm de agua y seguimos trabajando con todos los recursos disponibles para asistir y rescatar a los afectados.”
Además, agregó que más de 800 personas fueron evacuadas en la cercana localidad de Cerri, y aunque por el momento se han confirmado 6 muertes, no se puede descartar que haya más víctimas debido a la magnitud de las inundaciones.

La ciudad está casi aislada debido a los puentes colapsados y los caminos cortados, lo que ha dificultado la llegada de ayuda. Helicópteros, embarcaciones y camiones con suministros están siendo enviados por las autoridades para ayudar a la población.
Mientras tanto, los ministros de Defensa y Seguridad han anunciado que viajarán a Bahía Blanca para evaluar la situación y coordinar los esfuerzos de apoyo.
Es una tragedia sin igual, y la ciudad sigue luchando por salir adelante. 🙏