El presidente de EE. UU., Donald Trump, decidió dar marcha atrás a su amenaza de aumentar los aranceles a Canadá este martes, justo después de que Ontario decidiera frenar el cobro extra por electricidad a los clientes estadounidenses. ¡Un giro inesperado en esta guerra comercial que ya nos tenía con los pelos de punta! 😬

Este martes, Trump había puesto a todos en alerta tras amenazar con aranceles de hasta el 50% al aluminio y acero provenientes de Canadá, además de nuevos impuestos a la electricidad canadiense. Ontario había impuesto un recargo del 25% a la electricidad que va hacia EE. UU., lo que llevó a Trump a pensar en represalias más fuertes, pero las aguas empezaron a calmarse cuando el primer ministro de Ontario, Doug Ford, y el secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, anunciaron que se reunirían para renegociar el T-MEC.
Después de la tormenta en los mercados (¡se desplomaron otra vez!), el gobierno de Trump aclaró que no se aplicarían esos aranceles tan duros. En su lugar, se mantendrán los aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio, aunque aún hay mucho misterio sobre qué puede pasar con los autos y la electricidad. 🤔
¿Por qué todo esto es tan importante?
Bueno, Canadá es uno de los principales proveedores de acero y aluminio de EE. UU. El año pasado, EE. UU. importó más de 11.000 millones de dólares en aluminio y 7.600 millones en acero desde Canadá. Así que, si estos aranceles suben mucho, no solo Canadá sufrirá, sino que también lo harán los trabajadores estadounidenses.
Trump no se quedó callado y siguió presionando con más amenazas, como el arancel del 250% a los productos lácteos y posibles impuestos a los autos que llegan desde Canadá. ¡Este hombre no tiene freno!
Pero, ojo, Trump también está jugando con fuego: si suben los aranceles, eso podría dañar la economía estadounidense. Las industrias que dependen del aluminio y acero (como la de los autos, electrodomésticos, maquinaria y hasta la medicina) lo sentirían directamente. 🤯
A lo largo del día, las acciones en Wall Street también cayeron, ya que los inversores temen que este caos de aranceles termine afectando más a EE. UU. que a Canadá. Y lo peor: un golpe a la economía de Canadá puede afectar directamente a la de EE. UU. ¿Vas a tomar un café mientras ves cómo se resuelve esto? ☕😅
Así que, por ahora, parece que las cosas se calmaron un poco, pero nada está decidido. Lo que es seguro es que este tira y afloja entre Trump y Canadá podría seguir generando sorpresas. ¡Habrá que estar pendientes!