¿Un “Guantánamo centroamericano”? Así gana #Bukele con los deportados de #Trump. 🤔✈️

Con una escena digna de película, más de 200 deportados de Estados Unidos llegaron a El Salvador en la noche del sábado al domingo, aterrizando con las manos y pies esposados, en un vuelo que parecía sacado de un thriller. Los deportados fueron llevados directamente al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la famosa megacárcel del gobierno de Nayib Bukele, donde les afeitaron la cabeza, les pusieron ropa blanca y los metieron en celdas.

El mismo presidente Bukele compartió las imágenes de este momento en la red social X, justo después de que un juez en Estados Unidos tratara de impedir la deportación. Sin embargo, los deportados llegaron en el vuelo, entre los cuales había 238 supuestos miembros de la banda criminal venezolana Tren de Aragua y 23 de la MS-13, aunque aún no se ha revelado su identidad ni las pruebas de su implicación criminal.

“Gracias, El Salvador”: lo que Trump ganó con el acuerdo.


El exmandatario Donald Trump no dudó en agradecer a Bukele por aceptar a estos deportados, tildando a la operación de una “horrible situación” causada por la “ineptitud” del gobierno demócrata. Y a pesar de la polémica, Bukele parece haber salido beneficiado. ¿Por qué? Bueno, porque El Salvador está recibiendo una compensación económica por albergar a estos deportados.

Según el mismo Bukele, el gobierno de Estados Unidos pagará una “tarifa baja” para ellos, pero “alta” para El Salvador. El acuerdo podría traerle al país unos US$6 millones al año por mantener a los deportados en la cárcel, un acuerdo que forma parte de un plan para hacer que el sistema penitenciario sea autosostenible, ya que el costo anual actual es de US$200 millones.

Un trato con Rubios y ganancias para Bukele.


La operación fue negociada entre Bukele y el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, y ha sido descrita como “sin precedentes” y “extraordinaria”. Además, los documentos internos obtenidos por la agencia AP sugieren que el gobierno de EE.UU. podría pagar hasta US$20.000 por prisionero por año.

Pero el beneficio de Bukele no es solo económico. Según expertos, este acuerdo le asegura el apoyo de Trump y le permite silenciar las críticas hacia sus políticas de seguridad, que incluyen una de las tasas de encarcelamiento más altas del mundo. Bukele se posiciona como un aliado clave de Trump, a la vez que refuerza la imagen de El Salvador como un país con políticas de seguridad duras.

¿Qué hay detrás de este “Guantánamo centroamericano”?


A pesar del respaldo de Trump, muchos critican las condiciones en las que se encuentran estos deportados. HRW ha señalado que El Salvador se está convirtiendo en un “Guantánamo centroamericano”, donde los prisioneros pierden toda comunicación con el mundo exterior y no tienen acceso a recursos legales. Y lo peor es que no se han mostrado pruebas de que todos los deportados sean realmente criminales.

Además, algunos analistas como Juan Pappier, de HRW, sugieren que esta operación también podría estar relacionada con silenciar a líderes de la MS-13 que podrían tener información sensible sobre acuerdos con el gobierno de Bukele, en especial después de los rumores de un pacto entre la pandilla y el gobierno en 2022.

Mientras tanto, el gobierno salvadoreño sigue defendiendo su política de seguridad y sus acuerdos con Estados Unidos, aunque las críticas a nivel internacional no cesan.

Autor Itzel G. Bandala

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