En una ceremonia en el Campo Militar de Santa Lucía, en Tecámac, se destruyeron 376 armas de fuego y más de 3,400 cartuchos de diversos calibres. También se destruyeron 245 cargadores. Todo este armamento fue decomisado durante operativos de seguridad en el Valle de México.

La destrucción se realizó en el Campo Militar Estratégico Conjunto número 37-D, en un acto organizado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Allí, cada pieza fue registrada y luego seccionada con sierras de metal para evitar que pudieran ser reutilizadas.
“Garantizamos que cada arma perdió sus características para evitar que vuelva a ser usada en actos ilícitos,” destacó la Sedena, asegurando que el proceso sigue protocolos estrictos para asegurar la destrucción total.
El operativo coincidió con un incidente en Texcoco, donde un estudiante de la UVM entró armado a la escuela. Aunque no hubo incidentes violentos, el joven fue detenido y llevado ante las autoridades federales para investigar el origen del arma.