Cada miércoles, en la comunidad de La Estancia, Actopan, se arma tremendo movimiento con el Tianguis de Autos, donde se dan cita más de dos mil personas entre vendedores y compradores de todo tipo de vehículos: desde sedanes hasta combis y camionetas.

Pero ojo, que no todo es miel sobre hojuelas. Aunque hay buena oferta, también han salido vivales que buscan pasarse de listos. David Camargo, quien es el presidente del tianguis y mercados de carros en Actopan, soltó la sopa y dijo que han tenido que enfrentar casos de fraude, como gente que paga con cheques sin fondos o hace transferencias falsas. Y hasta ha pasado que se llevan los autos “a prueba” y no regresan 😳.
“A veces los sacan a calar y ya ni los ves, los asaltan a medio camino. Generalmente les pasa a los que no tienen experiencia en esto. Los envuelven y caen”, comentó Camargo.
Para evitar que te vean la cara, las autoridades ya están metidas en el asunto. El tianguis cuenta con policías ministeriales y peritos, quienes se encargan de revisar que todo esté en regla: desde la documentación original, hasta que los números de serie del auto coincidan con lo que dicen los papeles.
El proceso es muy sencillo: pagas 30 pesitos al entrar (es una especie de donativo), checas que el carro esté bien mecánicamente, y luego los ministeriales le dan una revisada legal. ¡Y listo! Pero eso sí, también te toca poner de tu parte: “Revísale la identificación oficial al vendedor, su INE y que todo cuadre”, recomendó el presidente del tianguis.
La banda que llega a vender no es poca, y viene de todos lados: desde Actopan, Tepa, San Salvador, Santiago de Anaya, Pachuca, Progreso, Tula, Tulancingo y Apan, hasta otros estados como Estado de México, Querétaro, Puebla, Tlaxcala, Chiapas, Guerrero, Guadalajara y León.
Camargo también mencionó que ahí casi no hay carros americanos o “chocolates”, porque más bien es un tianguis enfocado en pick ups de seis u ocho cilindros, ideales para comerciantes que buscan algo rudo y confiable.
Y prepárate si vas en temporada vacacional, porque el lugar se llena más. En semanas normales entran unos dos mil autos, pero en vacaciones como diciembre, sube a tres mil. ¡Una verdadera locura de motores!