¿Sabías por qué celebramos a los peques el 30 de #Abril en #México? Aquí te va el chisme completo. 🧒🎉🇲🇽

Aunque a nivel internacional se conmemora el Día Universal del Niño cada 20 de noviembre, en México la historia tomó otro rumbo. Fue en 1924, cuando el entonces presidente Álvaro Obregón y su secretario de Educación, José Vasconcelos, decidieron dedicarle un día especial a la infancia: el 30 de abril. ¿La razón? Fomentar una niñez feliz, con derechos respetados y un desarrollo integral para todos los niños del país.

La ONU declaró oficialmente el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño en 1959, ya que fue cuando se aprobaron la Declaración y la Convención sobre los Derechos del Niño, documentos clave para la protección de la infancia a nivel global. Sin embargo, cada país tiene libertad de elegir su propia fecha para celebrarlos, y en México la tradición quedó marcada en abril.

La idea detrás de esta fecha tan especial no es solo repartir dulces o hacer festivales escolares, sino recordar que los niños son los más vulnerables ante las crisis, conflictos y desigualdades del mundo. También es una oportunidad para difundir sus derechos y generar conciencia sobre la importancia de cuidarlos y protegerlos día con día.

Uno de los grandes impulsores de este enfoque fue el propio José Vasconcelos, quien creía firmemente que las escuelas debían convertirse en verdaderos “palacios con alma”, donde los niños más pobres pudieran vivir momentos felices, aún con los pies descalzos y el estómago vacío. ¡Todo un visionario!

Ahora bien, el desarrollo infantil entre los 6 y los 13 años es clave, según señala UNICEF. En esta etapa, los niños consolidan su autoestima, su identidad, y aprenden a convivir con los demás. Es un periodo esencial para su crecimiento físico, emocional y mental.

En el plano legal, los derechos de la niñez en México están protegidos por la Constitución, tratados internacionales, y sobre todo por la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, publicada el 4 de diciembre de 2014. Ahí se enumeran ocho derechos fundamentales que no deben faltar nunca:

  • Derecho a la vida
  • Derecho a la educación
  • Derecho a la alimentación
  • Derecho a la salud
  • Derecho al agua
  • Derecho a la identidad
  • Derecho a la libertad
  • Derecho a la protección

Sin embargo, todo esto se puso a prueba durante la pandemia del COVID-19, que evidenció fallas tremendas en aspectos tan esenciales como el acceso a la educación, agua potable, alimentos y empleo digno. Estas carencias afectaron directamente a millones de niños, quienes hoy más que nunca necesitan respaldo de gobiernos, ONG, organismos internacionales y sociedad civil. Este 20 de noviembre, no hay que olvidarlo: hay que levantar la voz por quienes no pueden hacerlo.

Y como parte de las iniciativas para ayudar a la infancia, el Grupo de Referencia del Comité Permanente entre Organismos sobre Salud Mental y Apoyo Psicosocial (GR IASC SMAPS), junto con expertos, docentes, familias y niños de más de 100 países, crearon un librito muy especial llamado “Mi héroe eres tú”. Esta obra busca explicar de manera sencilla el coronavirus y empoderar a los pequeños para que entiendan lo que pasa en el mundo 🌍📘.

Autor Itzel G. Bandala

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