Parece que la compra de un horno crematorio por más de un millón de pesos para el Panteón Municipal de Pachuca terminó siendo un tremendo fiasco. El equipo, que costó exactamente un millón 185 mil pesos, solo sirvió durante tres meses y se utilizó en 24 servicios, la mayoría de los cuales fueron para restos áridos. ¡Vaya inversión perdida!

Este horno, adquirido por la administración de Sergio Baños Rubio mediante la licitación pública “MPS-SA-LP-32-2023”, fue instalado a principios de 2024, pero desde su entrega en septiembre de ese mismo año, el equipo presentó una larga lista de fallas. Según el personal operativo, el horno tenía rendijas sin sellar, fugas de gas, piezas derretidas por el calor y hasta escurrimientos de grasa. Además, se descubrió que no era compatible con la infraestructura del lugar, lo que hizo que fuera aún más ineficiente.
Tras varias quejas y un diagnóstico técnico, se determinó que este aparato representa un riesgo de incendio si se vuelve a usar. Ahora, la administración está buscando un reemplazo que cumpla con las normas de seguridad actuales y que tenga controles más modernos.
Para colmo, Jorge Reyes Hernández, presidente municipal, comentó que ya se presentó una denuncia ante la Secretaría de Contraloría de Hidalgo por posibles fallas en los controles de calidad durante la compra. El horno dejó de funcionar apenas seis meses después de ser adquirido, lo que indica serias deficiencias en su mantenimiento y estructura.
Como si fuera poco, el gobierno de Pachuca ya emitió una nueva licitación para conseguir un horno crematorio de última generación, que esta vez sí cumpla con los estándares adecuados. La licitación PMP-SA-LP-07-2025 está abierta y se conocerán las propuestas el 13 de mayo, con un fallo previsto para el 16 de mayo. ¡Esperemos que esta vez no se vayan de picada con la compra!