En Johannesburgo, la capital sudafricana, las expectativas se han elevado durante meses en torno a la cumbre de la Unión de países conocida como BRICS. Este acrónimo se forma con las primeras letras de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, naciones que constituyen esta alianza internacional. Iniciado en 2001 como BRIC y ampliado en 2010 con la adhesión de Sudáfrica, este grupo busca gestionar de manera conjunta su crecimiento global, con miras al 2050.
Uniendo Fuerzas para el Crecimiento
La génesis de esta unión de naciones emergentes obedece a su interés por potenciar su desarrollo global y aumentarlo en la antesala del 2050. China ha visto en BRICS una herramienta para fortalecer su influencia y poderío mundial. En este contexto, México, vecino y aliado del actual líder, Estados Unidos, ha detectado el papel activo que China busca desempeñar para destronar a Estados Unidos como potencia económica global.
Desde su fundación, BRICS ha ganado notoriedad, convirtiéndose en un foro que representa las voces y preocupaciones de las naciones del Sur Global en sus relaciones con las economías desarrolladas del norte.
Ambiciones Chinas y el Camino de BRICS
China aspira a que BRICS no solo crezca en números, sino que se convierta en una contraparte del G-7, la coalición de las siete economías más avanzadas. La visión de China es que los países occidentales desean seguir controlando el escenario global, por lo que busca tener una influencia mayor en las decisiones globales. Xi Jinping, líder de China, busca superar a Estados Unidos en la arena económica.
Sin embargo, la India, otro actor económico de peso, persigue un liderazgo global a través de asociaciones, no confrontaciones. Si BRICS sigue este enfoque, podría crear nuevas reglas para la cooperación entre países en desarrollo y colaborar con el G-7. Esto impulsaría reformas económicas y financieras a nivel internacional, abordando desafíos globales como el cambio climático.
El Dilema de México y su Alianza Estratégica
En medio de esta dinámica, México mantiene su puerta abierta a todos los países, buscando la amistad global. Sin embargo, su alianza con Estados Unidos y Canadá es innegable. El alineamiento con BRICS tendría implicaciones sustanciales en la región de América del Norte y América Latina.
La Expansión de BRICS y el Rol de China
China despliega una presencia activa a nivel global, financiando proyectos en diversos continentes. Este activismo, contrario a Estados Unidos, busca beneficiar a naciones en desarrollo. Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Etiopía y Argentina se han unido a BRICS bajo esta premisa.
El Desafío de una Nueva Moneda
China promueve una nueva moneda internacional, R5, como alternativa al dólar estadounidense en el comercio global. Países como Brasil ven en ello una oportunidad para reducir la dependencia del dólar. México, al unirse, podría alterar la dinámica geopolítica en América del Norte y América Latina.
El Nuevo Orden Mundial y la Creación del Banco BRICS
China celebra la incorporación de nuevos miembros y la creación del Banco BRICS de Desarrollo como un hito histórico. A medida que BRICS supera al G-7 en términos de contribución al PIB mundial, se consolida como un actor económico influyente. Aun así, la creación de una moneda BRICS para competir con el dólar es desafiante.
Hacia un Nuevo Mundo Multipolar
El ascenso económico de BRICS ya ha impactado el comercio global, rescatando a Rusia de las sanciones occidentales y alterando flujos comerciales. La alianza con China es parte de la estrategia de México en este mundo multipolar en construcción.