Un sangriento enfrentamiento se desató el lunes en Matamoros, Tamaulipas, dejando un saldo de cuatro hombres sin vida. Este violento episodio se registró en una zona que ha experimentado un recrudecimiento de la violencia en los últimos meses debido a la creciente presencia de grupos delictivos.
Los hechos se desarrollaron en las calles de Matamoros, una localidad que limita con Brownsville, Texas, y forma parte del estado de Tamaulipas. Presuntos miembros de una organización criminal se enfrentaron a un convoy de la Secretaría de Marina, según informaron fuentes policiales.
En medio del enfrentamiento, se logró la incautación de armas y equipo táctico. Afortunadamente, ningún miembro de la Secretaría de Marina resultó herido en el enfrentamiento. La oficina de prensa de la Secretaría de Marina confirmó su participación en el incidente, aunque no proporcionó detalles adicionales.
Hasta el momento, la Fiscalía General de la República no ha divulgado información adicional sobre el suceso.
Este incidente coincide con una alerta de seguridad emitida por el consulado de Estados Unidos en Matamoros debido a la creciente violencia armada en la ciudad. En esta alerta, difundida a través de las redes sociales, se aconsejó a los empleados estadounidenses mantenerse resguardados y estar atentos a las noticias locales.
Este lamentable suceso se produce después de otro enfrentamiento el 7 de julio, donde nueve civiles perdieron la vida en Valle Hermoso, Tamaulipas, tras un enfrentamiento con militares. Cuatro días antes, el convoy del secretario general del gobierno de Tamaulipas, Héctor Villegas, fue objeto de un ataque armado en el que los escoltas resultaron ilesos.
En respuesta a estos eventos, la Secretaría de la Defensa Nacional desplegó a un centenar de militares en Tamaulipas para reforzar la vigilancia en las ciudades fronterizas de San Fernando, Reynosa y Matamoros, todas bajo la influencia de células del Cártel del Golfo y otras organizaciones criminales.
Estos incidentes ocurren cuatro meses después del secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros, dos de los cuales perdieron la vida a causa de heridas de bala durante un tiroteo. Los cuatro fueron secuestrados el 3 de marzo y posteriormente rescatados por las autoridades cuatro días después de su captura.