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Una nueva controversia ha surgido entre el Gobierno de México y los colectivos de Madres Buscadoras, generando un conflicto de versiones sobre un supuesto atentado ocurrido en Sonora. La activista Ceci Flores, miembro del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, afirmó que sufrieron un ataque mientras buscaban en una presunta fosa clandestina en Hermosillo. Sin embargo, la Secretaría de Gobierno, encabezada por Luisa María Alcalde Luján, desmintió la agresión, generando un enfrentamiento público.
Ceci Flores relató que un grupo de Madres Buscadoras de Sonora había sido víctima de un atentado el pasado domingo en las inmediaciones del Cerro de la Virgen, en el sur de Hermosillo. Según su versión, recibieron una llamada anónima que reportaba el hallazgo de una fosa clandestina en la zona. Al acudir al lugar, encontraron el cuerpo de un hijo de una de las madres. Flores destacó que la presencia de elementos de la Guardia Nacional en la búsqueda ayudó a evitar un ataque más grave, pero señaló que todas las mujeres se sienten vulnerables y temen por su seguridad.
A pesar del miedo, Ceci Flores enfatizó que las Madres Buscadoras de Sonora no cesarán en su búsqueda de sus hijos desaparecidos. Hizo un llamado a los grupos criminales para que les permitan realizar su labor sin violencia y destacó que su objetivo es darles una sepultura digna a sus seres queridos.
Por otro lado, Luisa María Alcalde Luján, titular de la Secretaría de Gobierno, negó que las Madres Buscadoras de Sonora hubieran sufrido una agresión por parte de grupos del crimen organizado. Durante una conferencia de prensa, afirmó que, según el informe del Gabinete de Seguridad, se habían registrado tiros al aire, pero no una agresión dirigida hacia las madres. Aseguró que los hechos ocurrieron en un lugar diferente y que no estaban relacionados con el evento reportado por las Madres Buscadoras.
Esta confrontación entre las Madres Buscadoras y el Gobierno ha generado un debate público sobre la seguridad de los colectivos que buscan a sus seres queridos desaparecidos y la discrepancia en los relatos de los eventos. La tensión persiste mientras ambos lados mantienen sus versiones de los hechos.
