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El mandato de Delfina Gómez, gobernadora de Morena en el Estado de México, inició con cinco movilizaciones en Toluca. Mientras las demandas se hacían sentir, Gómez se encontraba en Palacio Nacional, invitada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, exponiendo los beneficios de El Insurgente.
Desde el primer día hábil de su administración, tres grupos de habitantes plantearon diversas demandas. Florentino López Martínez, presidente nacional del Frente Popular Revolucionario, lideró la primera movilización, solicitando la creación de un nuevo municipio en San Felipe de la Rosa, una comunidad mazahua en Villa Victoria, con la esperanza de atraer inversiones gubernamentales en educación, salud y empleo.
En una segunda manifestación, pensionados del Instituto de Seguridad Social al Servicio del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) protestaron por los retrasos en los pagos de jubilación. De los dos mil ex empleados en espera de su jubilación, solo el 25% ha recibido sus pagos.
Además, más de cincuenta residentes de San Felipe Tlalmimilolpan demandaron la devolución de un terreno en la colonia Álamos que fue expropiado por el ayuntamiento de Toluca, a pesar de ser una donación de los habitantes locales.
Por otro lado, el colectivo “Haz Valer Mi Libertad” mantiene un plantón en la Plaza de Los Mártires en Toluca, exigiendo que la gobernadora revise los casos de sus familiares presos, acusados injustamente según ellos. A pesar de un compromiso previo de Gómez, las demandas de este grupo aún no han sido resueltas.
Finalmente, repartidores de la aplicación Rappi bloquearon los carriles centrales del Paseo Tollocan para denunciar la creciente inseguridad y los constantes asaltos que enfrentan. Durante el fin de semana, afirmaron haber sido despojados de seis motocicletas y sus productos.
Estas protestas marcan un inicio desafiante para el gobierno de Delfina Gómez en el Estado de México.
