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La Iglesia Católica ha hecho un llamado a los futuros candidatos a la Presidencia de la República para colaborar en la creación de una nueva agenda de seguridad con el objetivo de poner fin a la creciente violencia que afecta al país.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, en la inauguración del Diálogo Nacional por la Paz, organizado por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús y la Universidad Iberoamericana de Puebla, propuso la elaboración de una “agenda nacional por la paz” que sirva como punto de partida para dialogar con los futuros candidatos a la Presidencia y otros cargos. El objetivo es buscar compromisos que permitan explorar alternativas a la estrategia de seguridad actual en el país.
El arzobispo destacó que la semilla de este diálogo se sembró con el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, junto con el laico Pedro Palma, en la localidad de Cerocahui, en la sierra Tarahumara. Este evento marcó el inicio de foros sobre justicia y seguridad en todo el país, con el fin de comprender mejor la situación y rescatar prácticas efectivas observadas en los 32 estados mexicanos.
En el mismo evento, el escritor Javier Sicilia Zardain subrayó la necesidad de que la sociedad refuerce su capacidad de movilización y organización para presionar a las autoridades a tomar medidas. Sicilia afirmó que las autoridades responden mejor a la presión política y la movilización ciudadana.
El sacerdote jesuita Hernán Quezada señaló que la desigualdad económica en México ha contribuido a una crisis de impunidad y violencia que ha afectado la cohesión social, la familia y debilitado al Estado.
Por otro lado, los académicos Eduardo Guerrero Gutiérrez y Sergio López Ayllón argumentaron que el Estado ha fracasado en la formación de instituciones policiales sólidas capaces de enfrentar a los grupos delictivos en el país. En su lugar, se ha apostado por la Guardia Nacional, una corporación civil-militar que ha demostrado ser insuficiente para contener la proliferación de grupos criminales que amenazan la paz y el progreso de México. Estos expertos sugieren que las fuerzas policiales necesitan más recursos para enfrentar a grupos delictivos que poseen un arsenal más poderoso que el del Ejército mexicano.
Finalmente, los especialistas Elena Azaola Garrido y Jorge Atilano González Candia coincidieron en que México tiene un sistema de justicia sobrecargado que sanciona solo el dos por ciento de los delitos cometidos en el país, lo que ha llevado a un hacinamiento en las prisiones mexicanas.
