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Los municipios de Frontera Comalapa y Chicomuselo, enclavados en la sierra de Chiapas y bajo la sombra del poderoso cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), enfrentaron un asedio sin precedentes este sábado, perpetrado por presuntos miembros del cártel de Sinaloa (CS). Este conflicto, motivado por la disputa territorial, ha dejado a estas comunidades aisladas, privadas de servicios básicos y víveres.
El grupo afiliado al CS interrumpió el suministro eléctrico y la conectividad telefónica desde la tarde del viernes, sumiendo a la población en un aislamiento total y agudizando la escasez de alimentos.
En las primeras horas de ayer, los miembros del CS retiraron los bloqueos que habían mantenido durante dos semanas en Chamic, la comunidad que alberga su principal bastión social, ubicada a unos 30 kilómetros de Frontera Comalapa. Este retiro desencadenó una impresionante exhibición de poder, con vehículos cargados de hombres fuertemente armados que aclamaban: “¡Viva Sinaloa!”. Mientras abrían el paso, cientos de personas a ambos lados de la carretera los saludaban, silbaban y aplaudían. Las palabras “Sinaloa” resonaban con fuerza en la zona.
A pesar de esta demostración de fuerza, hasta la tarde del mismo día, los miembros del CS solo habían avanzado hasta El Jocote, a pocos kilómetros de Chamic. Al parecer, su presencia allí tenía más como objetivo mostrar su determinación que tomar control de la zona, ya que los habitantes de El Jocote estaban preparados para un posible enfrentamiento armado.
La situación en Comalapa es desoladora, con la escasez de víveres agravada por los bloqueos en las rutas de acceso. Solo queda una conexión hacia Guatemala, por donde algunas verduras logran llegar a la ciudad. La zona de Chicomuselo y la sierra de Chiapas están completamente incomunicadas.
Antes del corte de energía eléctrica, algunos comerciantes habían logrado introducir pollo por Chicomuselo, pero los altos costos los obligaron a suspender esta actividad. Ahora, las verduras provienen de Guatemala.
El control de Comalapa está en manos del CJNG, que ha establecido la organización conocida como “El Maíz”, que involucra a comerciantes informales y los obliga a pagar derechos de piso y participar en bloqueos. Aquellos que intentan abandonar la organización enfrentan graves consecuencias.
El CS busca recuperar Comalapa y ha establecido bloqueos en ambos lados de la carretera que cruza la sierra, obstaculizando la llegada de suministros y limitando la movilidad de la población. También ha extendido su influencia a otros municipios de la región, como Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera y Motozintla.
Los residentes de Comalapa y Chicomuselo solo tienen una salida arriesgada a través de una carretera que conduce a la presa La Angostura y conecta con el municipio de La Concordia. Además, la falta de transporte público y la escasez de efectivo agravan aún más la difícil situación de la población.
El CS parece decidido a asfixiar a los habitantes de Frontera Comalapa, impidiendo la llegada de víveres, combustibles y otros productos esenciales para la supervivencia. Esta disputa territorial, que se desarrolla en la frontera con Guatemala y la sierra de Chiapas, lleva más de dos años desencadenando enfrentamientos mortales, desapariciones, bloqueos carreteros y la imposición de derechos de piso.
