La Fiscalía General de la República (FGR) ha informado que, desde 2013 hasta abril de 2023, ha abierto únicamente un expediente relacionado con posibles operaciones ilegales vinculadas al envío y pago de remesas, a pesar de la creciente controversia sobre la participación del crimen organizado en el flujo de remesas desde Estados Unidos a México. Además, la FGR no ha iniciado ninguna investigación sobre operaciones con recursos de procedencia ilícita relacionadas con el Banco del Bienestar.
La discusión pública se ha centrado en si el aumento significativo en el ingreso de remesas a México podría estar relacionado con intentos de lavado de dinero por parte de grupos delictivos. Según BBVA, las remesas aumentaron de 33,677 millones de dólares anuales en 2018 a 58,518 millones de dólares en 2022, y se estima que podrían alcanzar los 67,900 millones de dólares en 2024.
Recientemente, la agencia Reuters publicó un informe que detalla algunos casos que sugieren cómo los cárteles pueden estar utilizando remesas para el lavado de dinero. Sin embargo, la titular del Consejo Nacional de Población (Conapo), Gabriela Rodríguez Ramírez, argumenta que no hay evidencia que respalde la idea de que el crecimiento en las remesas esté vinculado al lavado de dinero. En su opinión, es más probable que el aumento se deba a la fortaleza salarial en Estados Unidos y a una mayor actividad económica en las regiones receptoras de remesas en México.
La FGR se encuentra bajo escrutinio público mientras se desarrolla este debate sobre el papel del crimen organizado en el envío de remesas y su posible uso en actividades ilícitas como el lavado de dinero.