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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reveló ayer que se vio obligado a gastar fondos previamente asignados en la construcción de nuevas secciones de un muro fronterizo en Texas para abordar la creciente migración en la zona. Biden afirmó que no tenía más opciones en este asunto y explicó su situación a los periodistas en la Casa Blanca.
“Me dijeron que no tenía otra opción”, declaró Biden, agregando que si el Congreso aprobaba una ley para construir algo, ya fuera un portaaviones, un muro o cualquier otra cosa, no podía negarse y rechazar los fondos asignados. “No puedo simplemente decir: ‘No me gusta, no lo haré y no lo financiaré'”.
Cuando se le preguntó si había intentado reasignar los fondos, el presidente explicó: “Sí, tratamos de persuadir al Congreso para que considerara cambiar la ley y permitiera la reasignación de fondos. Queríamos utilizar estos fondos para fortalecer la seguridad fronteriza y combatir el tráfico de drogas como el fentanilo”.
Biden anunció previamente que ampliará la barrera fronteriza debido a la obligación legal de utilizar los recursos aprobados por el Congreso durante la administración de su predecesor, el expresidente republicano Donald Trump. Esto marca un cambio significativo con respecto a sus promesas de campaña en 2020, cuando enfatizó que no se construiría “ni un pie más” de muro durante su mandato.
Una de las primeras acciones de Biden después de asumir el cargo en enero de 2021 fue emitir una proclamación en la que se comprometía a no desviar más fondos de los contribuyentes para la construcción del muro fronterizo y a revisar los recursos ya comprometidos. El gobierno argumentó que la construcción actual no contraviene esta proclamación, ya que los fondos se asignaron durante el mandato de Trump en 2019 y debían utilizarse en ese momento. La nueva construcción se anunció en junio pasado, pero los fondos fueron aprobados en 2019, antes de que Biden asumiera la presidencia.
