En la Ciudad de México y Monterrey, se han registrado más de 13 mil ventas de viviendas nuevas en lo que va del año. Este sorprendente crecimiento está relacionado en gran medida con el fenómeno del nearshoring.
Durante el segundo trimestre de este año, se vendieron casi 14 mil viviendas nuevas en las zonas metropolitanas de ambas ciudades, a pesar de un aumento en las tasas de interés de los créditos hipotecarios. Este auge inmobiliario se atribuye en gran parte a la relocalización de empresas extranjeras en la zona norte de México, impulsada por el nearshoring.
En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, se vendieron 7,171 unidades de vivienda nuevas, lo que representa un crecimiento del 18.1% anual y un 10.3% trimestral. Por su parte, en la Zona Metropolitana de Monterrey, se colocaron más de 6,591 unidades de vivienda nuevas en el mismo período.
Este aumento en la demanda de viviendas se debe a la llegada de grandes compañías extranjeras a la región norte del país, especialmente en Nuevo León. Según cifras del gobierno de Nuevo León, el 76% de las empresas que se reubican en México eligen esta entidad, lo que ha llevado a la apertura de aproximadamente dos empresas cada semana.
Algunas de las empresas recientemente establecidas en esta región incluyen a Tesla, Quanta y KIA. Este crecimiento no solo ha tenido un impacto significativo en el empleo, sino también en el sector inmobiliario, generando una creciente demanda de viviendas, locales comerciales y naves industriales.
El sector inmobiliario en municipios como Monterrey ha experimentado un aumento en el costo de vivienda, con precios que oscilan entre 1.8 y 11.5 millones de pesos para viviendas y entre 2.3 y 5.4 millones de pesos para departamentos. En la Ciudad de México, las ventas de viviendas tienen un costo promedio de 1 a 3 millones de pesos.
El nearshoring tiene el potencial de impulsar hasta un 20% al PIB de México a través del sector inmobiliario. Esto representa una oportunidad única para atraer inversión en la construcción de naves industriales, viviendas, oficinas y espacios comerciales. Sin embargo, este fenómeno también ha traído desafíos, como la dificultad para los trabajadores locales de adquirir viviendas debido a los altos costos.
A pesar de los desafíos, el boom inmobiliario impulsado por el nearshoring ha transformado la región norte de México en un destino clave para las inversiones y el crecimiento económico.