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El 19 de octubre, la República Dominicana llevó a cabo la inauguración del primer tramo de la “verja perimetral” en su frontera con Haití. El propósito de esta barrera es controlar el tráfico de migrantes, drogas y armas en la región.
El presidente, Luis Rodolfo Abinader, destacó que esta verja beneficiará a ambos países, ya que permitirá un control más eficiente del comercio bilateral, regulará los flujos migratorios para combatir a las redes de tráfico de personas, luchará contra el narcotráfico y la venta ilegal de armas, y protegerá a los ganaderos y agricultores de los robos en sus propiedades y cosechas.
El muro servirá para combatir diversas formas de crimen organizado que han operado en la frontera entre ambos países, y se espera que tenga un impacto significativo en la seguridad y el bienestar de ambas naciones.
Abinader subrayó la importancia de mantener un control fronterizo sólido, especialmente debido a la situación en Haití, que enfrenta una grave crisis en múltiples aspectos y un aumento de la violencia. Afirmó que la falta de control en Haití no se propagará al lado dominicano de la frontera.
Este proyecto de fortalecimiento fronterizo es considerado una política de Estado y no solo una política de Gobierno, ya que involucra los intereses nacionales, la defensa de las leyes del país y los derechos de los ciudadanos.
La inauguración del primer tramo de la verja se produce en medio de una controversia entre la República Dominicana y Haití debido a la construcción de un canal en el lado haitiano para tomar agua del río Masacre, que sirve como límite natural entre ambos países en su frontera terrestre de casi 400 kilómetros.
