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Un trágico asalto armado ocurrió en la localidad de El Papayo, donde resultaron víctimas mortales el secretario de Seguridad Pública del municipio de Coyuca de Benítez, Alfredo Alonso López, junto con el director de la Policía Municipal, Honorio Salinas Garay, y otros 11 oficiales municipales.
El incidente tuvo lugar en la región de Costa Grande del estado de Guerrero, en su propio municipio de Coyuca de Benítez. Los cuerpos de los agentes fueron encontrados en la comunidad de El Papayo, escenario del violento ataque.
Una llamada al número de emergencia 911 alertó sobre una intensa confrontación armada en la desviación hacia la comunidad de El Papayo, cerca de la escuela primaria 18 de Marzo. Como respuesta, unidades de la Policía Estatal y fuerzas militares se movilizaron rápidamente al lugar.
Según relatos de testigos presenciales, el jefe policial circulaba en su vehículo patrullero acompañado de sus escoltas en otras dos unidades, cuando un grupo armado los sorprendió. Los agresores los atacaron desde múltiples frentes, sin darles la oportunidad de defenderse.
A pesar de sus esfuerzos, los agentes fueron superados en número y cayeron abatidos en el tiroteo, incluyendo al secretario y dos de sus escoltas detrás de una vivienda, así como otros dos policías que se encontraban entre árboles de mango, a poca distancia el uno del otro.
Después del tiroteo, las patrullas presentaban múltiples impactos de bala en sus carrocerías, dejando las vías de comunicación obstruidas en ambos carriles de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.
Se reporta que los agresores lograron apoderarse de las armas de dos de los oficiales caídos y se dieron a la fuga en varios vehículos, dirigiéndose hacia la zona montañosa del municipio de Coyuca de Benítez.
El tráfico en la carretera federal se vio paralizado debido a la obstrucción causada por las patrullas. Después de que se eliminó el peligro, los residentes solicitaron asistencia a las autoridades.
Las investigaciones en la zona se extendieron durante varias horas, y los cuerpos de las víctimas se trasladaron a las instalaciones del Servicio Médico Forense de Acapulco para llevar a cabo las autopsias correspondientes.
Hasta el momento, el presidente municipal Ossiel Pacheco Salas no ha realizado ninguna declaración sobre el asesinato de sus colaboradores, quienes fueron emboscados por un grupo de civiles armados, presuntamente vinculados a la delincuencia organizada.
La mesa de coordinación para la construcción de la Paz en Guerrero confirmó la trágica cifra de 11 agentes de seguridad asesinados y anunció que se desplegará el personal necesario para llevar a cabo las diligencias pertinentes y recolectar pruebas para la investigación de estos homicidios.
A pesar de la promesa de la Fiscalía General de esclarecer el crimen, la estadística previa indica que en Guerrero, 999 de cada 1,000 homicidios quedan impunes.
Como respuesta al ataque en Coyuca de Benítez, se implementó un operativo para localizar a los agresores, involucrando a la Marina, la Sedena, la policía estatal, la Guardia Nacional, e incluso la movilización de helicópteros.
Este incidente se suma a la creciente violencia que se ha vuelto común en Guerrero. Según estadísticas oficiales, en los últimos meses se han registrado casi cinco homicidios diarios en promedio en el estado.
Dentro de los ataques a autoridades en Guerrero durante el mandato del gobierno morenista liderado por Evelyn Salgado, se incluyen el reciente asesinato del Fiscal Regional de Tierra Caliente y el multihomicidio de más de 20 personas, incluyendo funcionarios y el alcalde de San Miguel Totolapan, en la misma región de Tierra Caliente.
A finales de enero de este año, en el municipio de Petatlán, también en la región de la Costa Grande de Guerrero, dos policías estatales fueron asesinados junto con tres civiles. En esa misma fecha, 32 policías, tanto hombres como mujeres, fueron retenidos por hombres armados.
