La comunidad mexicana en París se puso la piel de gallina este sábado cuando Osmar Olvera, nuestro talentoso clavadista, llegó a Casa México. No faltaron las porras, los aplausos y, claro, la música de mariachi que hizo vibrar el lugar.

El doble medallista, que trae a casa una de plata y otra de bronce, fue recibido como un verdadero héroe. Con una sonrisa de oreja a oreja y visiblemente emocionado, Olvera agradeció el cariño y apoyo de sus paisanos, mientras presumía sus medallas con orgullo en un ambiente que olía a pura fiesta mexicana.