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Venezuela está calentando motores para un debate que promete ser explosivo: una reforma electoral que podría dejar fuera a los observadores internacionales. Aunque el gobierno aún no ha dado muchos detalles, el mensaje ya es claro.
“Propongo que cambiemos nuestras leyes electorales para que nunca más un extranjero venga a meterse en nuestras elecciones”, soltó Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, durante una sesión ordinaria este martes.
Rodríguez, uno de los grandes pesos pesados del chavismo, no se guardó nada y criticó duramente a los observadores internacionales como el Centro Carter y la Misión del Panel de Observadores de la ONU, a quienes no dudó en llamar “basura”.
La chispa que encendió este debate fue la visita de estas organizaciones a Venezuela el mes pasado, como parte del acuerdo de Barbados, que fue sellado entre el gobierno y la oposición. Rodríguez, que también firmó ese acuerdo, no se quedó callado y denunció que estos observadores violaron el acuerdo de confidencialidad que habían firmado. ¿La solución? Cambiar las leyes para que organizaciones internacionales no puedan meter sus narices en las elecciones venezolanas.
En paralelo, el Consejo Nacional Electoral rechazó contundentemente el informe preliminar del panel de expertos de la ONU, tachándolo de lleno de “mentiras y contradicciones”. Además, acusaron a estos expertos de violar las reglas de la ONU, al hacer públicas declaraciones cuando “los paneles de expertos no deben hacer declaraciones públicas”.
El camino para los observadores internacionales en Venezuela no ha sido fácil desde hace años. Desde 2006, las normativas del CNE han puesto obstáculos a la presencia de estas misiones, y en 2021, se cambió el término a “acompañamiento” para limitar aún más sus actividades.
Eugenio Martínez, director de Votoscopio, explicó las diferencias: “El acompañamiento es más simbólico y tiene muchas más restricciones, mientras que la observación implica una evaluación sistemática del proceso electoral”. La propuesta de Rodríguez podría restringir aún más la presencia de veedores, advirtió Martínez.
En el pasado, organizaciones como el Centro Carter han decidido declinar la invitación del gobierno venezolano, mientras que otros expertos han logrado llegar a acuerdos específicos para realizar sus labores, como ocurrió en 2021 con la Unión Europea.
