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Cuatro individuos han sido atendidos este mes en la unidad médica integral de Tula debido a síntomas leves o moderados de golpe de calor. Este problema surge tras una prolongada exposición a temperaturas superiores a los 38 a 40 grados, manifestándose con una incapacidad del cuerpo para regular su temperatura, lo que puede resultar en una elevación por encima de los 37 grados Celsius, acompañada de dolores de cabeza, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, agotamiento, mareos, debilidad, sed intensa y convulsiones.
Luis Felipe Jiménez Alonso, responsable de la unidad médica dependiente del DIF, insta a la comunidad a adoptar medidas preventivas durante esta temporada. Destaca que, si bien el golpe de calor puede afectar a cualquier persona, son los niños y los adultos mayores los más vulnerables, especialmente cuando se exponen al sol. Asimismo, aquellos con afecciones preexistentes como hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas, renales o neurológicas corren un mayor riesgo.
Ante la presencia de síntomas, es crucial buscar atención médica de inmediato para evaluar los signos vitales y determinar el tratamiento adecuado. Se recomienda ofrecer agua y suero oral a los niños, vestirlos con ropa ligera y mantenerlos en ambientes frescos y bien ventilados, evitando la exposición prolongada al calor. Para los adultos mayores, es esencial supervisar su hidratación, mantenerlos a la sombra y limitar su exposición al sol, especialmente entre el mediodía y las cuatro de la tarde.
La unidad médica en la calle 5 de Mayo brinda atención a la población de escasos recursos económicos con un enfoque en la asistencia social, reafirma Luis Felipe Jiménez Alonso.
