Astrid Madimba y Chinny Ukata lanzaron una afirmación potente: “Si la gente supiera lo que África perdió con Europa, la retórica antimigratoria no sería tan atractiva”. Y para entenderlo, a través de su trabajo nos invitan a conocer fascinantes historias africanas que raramente aparecen en las clases de Historia.
Reinas que gobernaron con diplomacia y espada, líderes como Patrice Lumumba y Thomas Sankara que se enfrentaron al dominio extranjero, y mujeres luchadoras como Wangari Maathai y Doria Shafik que, desafiando el sistema, lograron transformar sus sociedades. Todos ellos y sus historias representan una África diversa y rica en identidad, muy alejada de la visión monolítica que comúnmente se proyecta en occidente.
Astrid, nacida en la República Democrática del Congo y educada en Reino Unido, y Chinny, de origen nigeriano, vivieron en carne propia la desconexión con su historia africana en un sistema educativo que apenas abordó los logros del continente. Todo cambió en 2020, cuando juntas crearon “It’s a continent”, un podcast con el objetivo de desentrañar una historia africana desconocida. Dos años después, el proyecto se transformó en un libro homónimo que las llevó a ser invitadas al Hay Festival Arequipa en América Latina.
La historia detrás del colonialismo
Para Chinny y Astrid, el colonialismo dejó cicatrices profundas. En el libro, exploran cómo las potencias europeas se repartieron África en la Conferencia de Berlín de 1884, creando fronteras artificiales que todavía hoy afectan al continente. Usaron la religión para someter a pueblos y etnias diferentes, y provocaron conflictos entre ellos para explotar los recursos naturales.
Entre los capítulos más impactantes, describen el genocidio alemán en Namibia, donde miles de herero y namaqua fueron asesinados en campos de concentración, anticipando prácticas que luego serían aplicadas en el Holocausto nazi. A pesar de la brutalidad de estos hechos, solo hasta 2016 Alemania reconoció este genocidio, y en 2007 descendientes de la familia Von Trotha viajaron a Namibia para pedir disculpas.
Líderes que podrían haber cambiado el rumbo.
Una de las grandes preguntas que plantean Astrid y Chinny es qué habría pasado si líderes como Patrice Lumumba o Thomas Sankara hubieran podido gobernar sin la intervención extranjera. Lumumba, primer ministro del Congo tras la independencia en 1960, fue asesinado meses después, un destino compartido por Sankara en Burkina Faso, un líder anticolonialista que luchó por la autosuficiencia de su país. Sankara llegó a rechazar ayuda del FMI bajo la consigna de que “el que te alimenta te controla”, y hasta adoptó un estilo de vida austero, digno del apodo de “el presidente más pobre del mundo”. Fue asesinado en 1987 y su sucesor aceptó la ayuda del FMI que Sankara había rechazado.
Por otro lado, líderes como Robert Mugabe en Zimbabue ilustran cómo algunos personajes pasaron de ser héroes de la independencia a líderes autoritarios, utilizando tácticas represivas para perpetuarse en el poder. Como escriben en su libro, “muere como héroe o vive lo suficiente para convertirte en villano”.
Mujeres inspiradoras y el poder en femenino.
El rol de las mujeres en la historia africana es otra pieza fundamental en el trabajo de Astrid y Chinny. Ejemplos como Wangari Maathai en Kenia, quien fue la primera africana en ganar el Premio Nobel de la Paz, destacan la importancia de las luchas ecológicas y sociales en África. Su activismo por la reforestación y el empoderamiento de las comunidades rurales le trajo muchas adversidades, pero logró reconocimiento global.
En Egipto, Doria Shafik peleó por el derecho de las mujeres a la educación y al voto, y fue perseguida por enfrentarse al líder Gamal Abdel Nasser. Fue arrestada, su nombre prohibido en la prensa y finalmente murió tras pasar años en arresto domiciliario. Su lucha dejó una huella en el feminismo africano, que no comenzó en Occidente, sino en el propio continente.
La reina Nzinga, protectora de Angola.
Entre los personajes históricos que más admiran Astrid y Chinny está la reina Nzinga de Ndongo y Matamba, recordada por su astucia política y militar para resistir a la colonización portuguesa en Angola durante el siglo XVI. Nzinga fue una líder compleja y estratega; aprendió portugués, se convirtió al catolicismo para ganarse la confianza de los europeos y, a la vez, no dudó en aliarse con los holandeses para defender su tierra. Esta reina muestra la riqueza de un continente que ha sido incomprendido y subestimado.
El pasado y el presente de África.
Para Astrid y Chinny, narrar estas historias no es solo un viaje al pasado; también es una forma de analizar temas actuales como la migración africana a Europa. En un contexto donde la retórica antimigratoria crece, plantean que si más personas entendieran la historia africana y sus pérdidas, quizás habría menos rechazo a los migrantes. Como concluyen en su libro, África tiene una historia rica que aún debe ser contada y reconocida.
Estas voces resuenan con fuerza, recordándonos que África es mucho más que las tragedias y conflictos con los que solemos asociarla.