Tras el incidente en el que uno de sus aviones 737-9 Max perdió el tapón de la puerta del fuselaje durante un vuelo a principios de enero, Alaska Airlines ha anunciado medidas para intensificar la supervisión en la fábrica de Boeing. La aerolínea enviará un equipo técnico a la planta del fabricante de aviones para garantizar un riguroso proceso de fabricación. Además, la compañía mejorará su propio control de calidad en la línea de producción de Boeing, incorporando profesionales experimentados para validar el trabajo y la calidad de los aviones 737 de Alaska.
La decisión de fortalecer la supervisión surge después del incidente ocurrido en un vuelo hacia Ontario, California, que resultó en la pérdida del tapón de la puerta del fuselaje. Este incidente provocó la cancelación de varios vuelos y la inmovilización de más de 170 aviones Boeing 737-9 Max operados por Alaska Airlines.
Con el objetivo de mantener los más altos estándares de seguridad y calidad, Alaska Airlines busca asegurarse de que cada avión producido en la línea de Boeing cumpla con los requisitos y normativas establecidos. La empresa espera que estas medidas contribuyan a fortalecer la confianza de sus pasajeros y a mantener la integridad de su flota de aeronaves.