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El satélite argentino Saocom 1A de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) detectó un grave derrame de hidrocarburos el 25 de julio en la Bahía de Manila, Filipinas. Este desastre se produjo tras el hundimiento del buque MT Terra Nova, que llevaba a bordo 1,4 millones de litros de combustible industrial. Gracias a la tecnología de radar SAR del satélite, se pudo captar la situación con precisión, incluso en condiciones climáticas adversas.
La CONAE, con base en Córdoba, publicó en su cuenta de Instagram unas imágenes donde se ve claramente una mancha oscura de aproximadamente 10,5 kilómetros de largo, registrada a las 06:52 AM (09:52 UTC) del 27 de julio. Este análisis detallado permitió diferenciar entre el derrame y posibles falsos positivos generados por el viento, oleaje y cercanía a la costa.
El MT Terra Nova se hundió a unos siete kilómetros de la costa, lo que desató una respuesta rápida de las autoridades filipinas. La Guardia Costera, que se mantiene alerta ante un posible derrame mayor, está realizando operaciones para extraer el combustible, un proceso que podría tardar alrededor de una semana. El barco se encuentra a 34 metros de profundidad, y aunque hasta ahora no ha habido un gran vertido de los tanques principales, sí se ha derramado combustible del motor.
Además de las operaciones de contención, se informó que de los 17 tripulantes, 16 fueron rescatados y uno lamentablemente falleció. Los rescatados han sido reunidos con sus familias, mientras que los restos del fallecido fueron entregados a sus seres queridos.
El radar del Saocom 1A es ideal para estas situaciones, ya que puede detectar hidrocarburos en el mar con gran precisión, gracias a su capacidad para operar en modo StripMap. Los satélites Saocom, fruto de la colaboración entre Argentina e Italia a través del Sistema Ítalo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (Siasge), tienen como uno de sus principales objetivos la gestión de emergencias como esta.
El alcalde Nelson David, de la localidad de Limay, comentó que las autoridades locales están trabajando arduamente para limpiar entre 400 y 500 litros de crudo que se vertieron en el área. Por su parte, la Guardia Costera filipina sigue en alerta máxima, lista para enfrentar el peor escenario y minimizar los impactos ambientales.
