La empresa estadounidense Vulcan Materials ha rechazado lo que denomina la expropiación ilegal de sus inversiones en México, después de que las autoridades clausuraran su mina de piedra caliza. A pesar de la disputa, la compañía se mostró dispuesta a dialogar con el gobierno mexicano.
El presidente Andrés Manuel López Obrador negó la intención de expropiar la mina, pero justificó la clausura por daños ambientales y afirmó que los terrenos seguirán cerrados hasta el fin de su mandato en octubre.
En respuesta a Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU., quien calificó la medida como perjudicial para la inversión extranjera, AMLO defendió que México no aceptará inversiones que destruyan el territorio. Criticó a Vulcan Materials por supuestamente violar leyes ecológicas y llevarse los recursos a Estados Unidos.
Vulcan Materials, en un comunicado a Reuters, reiteró su rechazo a la expropiación y su apertura a una solución negociada. La empresa insiste en la ilegalidad de las acciones del gobierno mexicano y busca resolver las diferencias de manera amistosa.
El conflicto entre Vulcan Materials y el gobierno mexicano ha generado tensiones diplomáticas y cuestionamientos sobre el respeto al estado de derecho y la protección de inversiones extranjeras en México.