El presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó los esfuerzos de los líderes religiosos para entablar conversaciones con el crimen organizado en busca de reducir los niveles de violencia en el país. Destacó la importancia de la contribución de todos los sectores de la sociedad para alcanzar la paz, aunque enfatizó que la responsabilidad principal recae en el Estado.
Durante una gira por Guerrero, donde se dio a conocer que obispos locales habían buscado un acuerdo con grupos delictivos para detener la violencia, el presidente expresó su apoyo a estas iniciativas. Reconoció el papel fundamental de la Iglesia y otros grupos religiosos en la promoción de la pacificación en México.
López Obrador aseguró que el gobierno federal respaldaría de manera positiva cualquier intento de diálogo con el crimen organizado que busque reducir la violencia, siempre y cuando no implique otorgar impunidad o privilegios a los delincuentes. Subrayó que estas conversaciones deben conducir a soluciones efectivas sin comprometer la justicia ni la seguridad pública.
En cuanto a los esfuerzos gubernamentales, el presidente destacó que actualmente se cuenta con un despliegue de 29 mil elementos de diversas fuerzas de seguridad en Guerrero, lo que refleja el compromiso del Estado en enfrentar la situación de violencia en la región.
La confirmación de los diálogos entre líderes religiosos y grupos delictivos en Guerrero surge en medio de un contexto de aumento de la violencia en la entidad, con enfrentamientos que han dejado múltiples víctimas en los últimos días. Estas conversaciones representan un intento por parte de la Iglesia católica de mediar en el conflicto y buscar soluciones pacíficas para el bienestar de la comunidad.