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Durante la reunión mantenida ayer en Palacio Nacional con representantes del gobierno estadounidense, el presidente mexicano, Andrés Manuel López, encontró la oportunidad para explicar los retrasos en los recientes proyectos de transporte que ha inaugurado, entre ellos los trenes del Istmo y Maya, así como la recién lanzada aerolínea Mexicana de Aviación. En sus palabras a los funcionarios de la Casa Blanca, comparó estos inconvenientes con la justicia, argumentando que, aunque tarda, finalmente llega.
Al comienzo del encuentro con Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, López Obrador preguntó de manera informal: “¿Cómo fue el viaje?”. La respuesta de Blinken fue concisa: “Bien, los vientos no estuvieron a nuestro favor, por eso llegamos con cierto retraso”.
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Inmediatamente después, el líder mexicano anunció: “Hemos comenzado la operación de los trenes de pasajeros y una nueva línea aérea”. Justificó los retrasos en estos medios de transporte, comparándolos con la justicia, mencionando que “ni los trenes ni los aviones están cumpliendo con los horarios, pero yo diría que es como la justicia, que a veces tarda, pero al final llega”.
La jornada anterior, condiciones climáticas adversas afectaron el debut de Mexicana de Aviación, la cual es una aerolínea de transporte civil administrada por el Ejército. El primer vuelo experimentó un retraso de dos horas antes de llegar a su destino debido a un banco de niebla que redujo la visibilidad en el Aeropuerto de Tulum y otros aeropuertos de la Península.
Asimismo, el inicio del servicio del Tren Maya, lanzado por López Obrador el 16 de diciembre, sufrió un retraso de cuatro horas en su recorrido. Según las autoridades, este contratiempo se atribuyó a una falla técnica ajena a la empresa Tren Maya, que está bajo la operación del Ejército.
