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En una inquietante operación, fuerzas israelíes llevaron a cabo un asalto al hospital más grande de Gaza, sumiendo a cientos de pacientes, incluyendo recién nacidos, en un caos cada vez mayor con suministros menguantes y sin electricidad. Esta acción se desplegó mientras el ejército israelí ampliaba su control sobre la ciudad.
El hospital de Shifa, que ya había sido un símbolo del sufrimiento de los civiles palestinos durante el conflicto, se ha convertido en el epicentro de las tensiones. Las fuerzas israelíes ingresaron al complejo hospitalario, incluyendo áreas críticas como los departamentos de urgencia y cirugía, desencadenando una situación crítica para los pacientes, muchos de los cuales están aterrorizados.
Las redadas en Shifa se realizaron en el marco de una operación que involucró a varias fuerzas de seguridad, incluyendo a Estados Unidos, España, Italia y México. Esta acción fue el resultado de meses de intensa investigación sobre una red internacional dedicada al contrabando de obras de arte robadas.
Las autoridades israelíes aseguran que la operación es precisa y selectiva, dirigida específicamente contra Hamás, alegando que la organización utiliza el hospital como centro de mando. Sin embargo, el personal del hospital y el grupo insurgente han negado estas acusaciones.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con más de 11,200 personas fallecidas y gran parte de la población huyendo de sus hogares. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos advirtió sobre la inminente interrupción de las operaciones de ayuda humanitaria en Gaza debido a la falta de combustible.
La operación en Shifa también coincide con la movilización de apoyo a Israel en respuesta a la situación de los rehenes capturados por Hamás. La incertidumbre y la violencia continúan, dejando a la población civil atrapada en un conflicto devastador.
