El sábado, Rusia reportó un ataque “indiscriminado” por parte de las fuerzas ucranianas en la capital provincial de Belgorod, con un saldo de 14 personas fallecidas y 108 heridas, incluyendo menores. Las autoridades rusas afirmaron que el ataque incluyó el uso de bombas de racimo, prometiendo represalias inmediatas.
La fuente del periódico Kommersant, vinculada al Comité de Investigación ruso, detalló que misiles provenientes de un lanzacohetes múltiple en la región ucraniana de Járkov alcanzaron diversos objetivos en Belgorod, como una pista de patinaje en la céntrica plaza de la Catedral, un centro comercial, edificios residenciales y un vehículo.
Aunque Kiev se abstuvo de hacer declaraciones oficiales de inmediato, el medio RBC-Ucrania, citando fuentes, informó que las fuerzas ucranianas llevaron a cabo el ataque en respuesta a bombardeos rusos ocurridos el día anterior en la misma zona.
Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, comunicó a la agencia de noticias estatal RIA que Rusia solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar el incidente.
La región de Belgorod, ubicada en la frontera norte de Ucrania, ha experimentado a lo largo del año bombardeos y ataques con drones que las autoridades locales atribuyen a Ucrania.
En un comunicado en Telegram, el Ministerio de Defensa ruso condenó el ataque, señalando que el régimen de Kiev intentó un “ataque combinado indiscriminado” con misiles ‘Olkha’ en una configuración de racimo prohibida, así como cohetes Vampire de fabricación checa. Afirmaron que este crimen no quedará impune.
A pesar de que la mayoría de los cohetes, incluyendo los “Olkha”, fueron interceptados, algunos fragmentos cayeron sobre la ciudad, provocando daños adicionales. Imágenes divulgadas por RIA mostraban al menos tres vehículos en llamas, mientras que otras imágenes en internet evidenciaban humo negro elevándose desde la ciudad.
Este episodio se produce después de que Rusia, que invadió Ucrania en febrero de 2022, llevara a cabo el viernes su mayor ataque aéreo desde el inicio de la guerra. Funcionarios ucranianos informaron que 39 civiles perdieron la vida y 159 resultaron heridos durante el ataque, que involucró 158 misiles y aviones no tripulados dirigidos contra diversas ciudades y pueblos en todo el país.