Desde el próximo martes 17 de junio, entra en acción la famosa “Ley Silla”, una reforma que le mete mano a la Ley Federal del Trabajo para ponerle más cuidado a cómo se trabaja en México.

Esta nueva regla obliga a todos los patrones y empresas del país a proporcionar sillas o asientos con respaldo para sus trabajadores, sin importar qué tipo de trabajo hagan. No importa si estás en comercio, salud, manufactura o seguridad privada, la silla es un must para que puedas sentarte cuando lo necesites, ya sea mientras trabajas o en tus descansos.
¿Por qué esta ley? Pues busca evitar que tanta gente termine con problemas de salud por estar mucho tiempo parada: desde molestias circulatorias hasta dolores musculares o articulares. La idea es que con mobiliario ergonómico, la jornada laboral sea más cómoda y menos dañina para el cuerpo.

Las empresas tienen un plazo de 180 días naturales para ajustar sus espacios y reglas internas, y la Secretaría del Trabajo (STPS) lanzará, en máximo 30 días desde que la ley empiece, reglas para cuidar la postura y prevenir riesgos.
¿Y si no la cumplen? Pues se vienen multas bien pesadas, desde 28 mil hasta más de 280 mil pesos, según lo grave y si reinciden. En casos serios, la empresa podría hasta suspender actividades. Así que más vale ir preparándose para sentarse bien, literal.