En los Juegos Olímpicos de París 2024, varios atletas han expresado su descontento con las condiciones en la Villa Olímpica, valorada en 1,600 millones de dólares. La tenista Coco Gauff y el gimnasta Frederick Richard criticaron la falta de baños y la calidad de las camas, respectivamente. La nadadora Ariarne Titmus también señaló que las condiciones no favorecen el alto rendimiento. Además, la falta de aire acondicionado y una escasez de alimentos han exacerbado la situación, obligando a algunos deportistas a buscar alojamiento alternativo.

Esta situación ha puesto en evidencia problemas logísticos y de infraestructura en el evento deportivo más importante del mundo. A pesar de la millonaria inversión en la Villa Olímpica, las críticas de los atletas destacan deficiencias significativas que afectan su desempeño y bienestar. La escasez de alimentos, que afectó a la Villa justo después de la Ceremonia de Apertura, ha sido otro punto de controversia.
Las quejas de los atletas subrayan la necesidad de una mejor planificación y gestión en eventos de esta magnitud. La falta de comodidades básicas como aire acondicionado y una alimentación adecuada demuestra un desbalance entre la inversión y la ejecución, dejando a los deportistas en una situación incómoda y desfavorable para sus competencias.