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En los últimos tres meses, se ha registrado un incremento promedio del 12% en los precios de las frutas y hortalizas, marcando la mayor alza en los productos básicos desde el primer semestre de 2022, período en el que los alimentos principales mantuvieron una tendencia alcista. Estos datos provienen del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El informe oficial señala que la inflación ha experimentado un aumento desde noviembre, proyectándose que esta tendencia se mantendrá durante febrero, afectando especialmente a productos comestibles como las frutas y hortalizas, que han sido testigos de significativos incrementos en sus precios.
Entre los productos que lideran este aumento se encuentra el jitomate, con un crecimiento del 22% en sus precios desde noviembre hasta enero, acelerándose particularmente en diciembre con el repunte de las tarifas alimenticias.
Otros alimentos que han mantenido una trayectoria alcista en sus precios son el limón y el aguacate, superando la barrera del 20% en sus costos durante los últimos tres meses. Sin embargo, algunos productos han experimentado una reducción en sus precios, como la naranja, mandarina y caña.
En respuesta a esta situación, los comerciantes de la Central de Abastos de Pachuca han observado una disminución en el consumo de productos en las últimas semanas, ya que el aumento de precios ha llevado a menos personas a adquirir cantidades significativas. Este fenómeno ha convertido el inicio de año en uno de los más desafiantes para el sector.
Los vendedores informaron que las ventas han descendido considerablemente, con una disminución en la compra de grandes cantidades por parte de los consumidores. Como resultado, se han explorado alternativas de consumo en la zona metropolitana de Pachuca, aunque con precios más elevados.
Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (Banxico), ha anticipado que se espera una desaceleración de la inflación hacia finales de este año. Este pronóstico responde a las intensas presiones inflacionarias que han afectado diversas regiones del país.
Desde el inicio de la contingencia sanitaria en marzo de 2020, la inflación experimentó un aumento notable, alcanzando su punto máximo en julio de 2022, con un 8.67%. Sin embargo, al cierre de ese año, los precios de los productos comenzaron a desacelerarse, ubicándose en un 4.13% en octubre.
