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Durante el último trienio, ha experimentado un incremento significativo del 80% la adquisición de dispositivos de videovigilancia en la metrópoli de Cuernavaca, Morelos. Tanto ciudadanos como empresarios se esfuerzan por resguardar sus propiedades como medida preventiva ante posibles robos.
Las familias destinan montos que oscilan entre 10 y 20 mil pesos para la compra de dispositivos que les proporcionen una sensación de seguridad reforzada, al igual que el sector empresarial, que destina un cinco por ciento de su presupuesto anual a esta área.
Los precios de las cámaras de videovigilancia varían entre cuatro mil y nueve mil pesos por cada cuatro unidades, dependiendo del lugar de compra y de la calidad de imagen que ofrecen, alcanzando resoluciones de hasta 4K.
Mariela, propietaria de un negocio especializado en artículos de videovigilancia en el centro de Cuernavaca desde hace ocho años, lamenta que la mayoría de sus clientes potenciales lleguen tras ser víctimas de algún delito, en lugar de considerar estos dispositivos como auxiliares preventivos.
“Desafortunadamente, la mayoría de los clientes que recibo acaban de sufrir algún asalto, robo de autopartes o vandalismo en sus propiedades antes de buscar nuestra asesoría”, expresó.
En un caso particular, una familia residente en Temixco, tras sufrir un asalto violento en junio de 2021, decidió invertir al menos 20 mil pesos en cuatro cámaras de videovigilancia y una cerca electrificada para resguardar su hogar.
Aunque presentaron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, la falta de avances en la investigación motivó su decisión de fortalecer la seguridad por cuenta propia.
La inseguridad también impacta a los empresarios, quienes ahora incluyen en su presupuesto anual una partida para reforzar la seguridad de sus establecimientos, ya sea mediante cámaras de videovigilancia o personal de seguridad, según informó Rodrigo López Laguardia, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios y Turismo en Cuernavaca (Canaco-Servytur).
“Lo que antes era considerado un producto de lujo, asociado incluso a un cierto estatus, se ha transformado en un elemento esencial en la canasta básica para todo el sector, no solo comercial. Hoy en día, contar con cámaras en viviendas y empresas es fundamental”, destacó.
Lamentó que la inseguridad que afecta al estado haya alterado la rutina diaria de la ciudadanía, que actualmente no se siente segura.
Las empresas destinan hasta un cinco por ciento de su capital anual para adquirir cámaras, cercas electrificadas y otros productos, además de contratar servicios de seguridad privada para el transporte de mercancías.
Este panorama se agrava con la inseguridad en las carreteras estatales y nacionales, lo que lleva a empresas a contratar seguridad privada incluso para el transporte de materiales, como acompañamiento en carreteras y primas de seguros.
En este contexto, Alejandro Dorantes, presidente de las empresas de seguridad privada en Morelos, señaló que durante las festividades decembrinas, se incrementa la contratación de elementos para resguardar comercios debido al aumento en la afluencia de personas.
“Definitivamente, en esta temporada se contratan más elementos porque hay negocios que amplían sus áreas y lugares que requieren mayor personal ante la llegada de más visitantes”, manifestó Dorantes. En Morelos, más de 160 empresas ofrecen servicios de seguridad privada, con un costo de 15 mil pesos por dos personas que cubren un turno de 24 horas.
