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Hasta la fecha, se han confirmado 30,320 casos de dengue en México, lo que es cuatro veces más que el número registrado en la misma semana del año anterior.
De acuerdo con un informe de la Secretaría de Salud, también se han registrado 167,692 casos probables de personas que han mostrado síntomas después de ser picados por el mosquito portador del virus, un aumento de 4.5 veces en comparación con el año pasado, cuando había solo 36,926 casos a la misma altura del año.
En el mismo período, el número de muertes por dengue se ha elevado de 14 a 48 personas, y 286 están siendo investigadas para determinar si fallecieron debido a la enfermedad. La mayoría de las muertes confirmadas provienen de los estados de Morelos, Quintana Roo, Yucatán, Guerrero, Oaxaca, y Veracruz, mientras que otros estados también han informado de un pequeño número de muertes.
El nivel de muestras tomadas para identificar casos de dengue en el país ha disminuido significativamente en los últimos años, pasando de seis muestras por cada 10 casos sospechosos a solo cuatro por cada 10. Este nivel muestral es similar al de 2015 y 2016.
Los síntomas del dengue grave incluyen la pérdida de líquidos, hemorragias, dolor abdominal intenso, vómitos persistentes e irritabilidad.
De los 30,000 casos de dengue, 13,507 personas presentan síntomas de alarma, lo que representa el 44.5% del total de personas picadas por el mosquito Aedes aegypti. Solo 871 casos se han informado como graves.
Los mosquitos Aedes aegypti, que transmiten el dengue, suelen ser de pequeño tamaño y tienen rayas blancas a lo largo de su cuerpo y patas. Prefieren picar a las personas y viven tanto en interiores como en exteriores. Pueden picar tanto de día como de noche.
El CDC de Estados Unidos también especifica que en raras ocasiones el virus del dengue puede transmitirse a través de una transfusión sanguínea, un trasplante de órganos o una lesión causada por una aguja.
Las áreas donde se concentran la mayoría de los contagios son Yucatán, Veracruz, Quintana Roo, Morelos y Puebla, que representan el 70% de los casos en el país.
Según expertos, la propagación del dengue se ha intensificado debido a las fuertes lluvias, la urbanización de las regiones endémicas del mosquito y la falta de educación en el manejo de desechos que podrían convertirse en criaderos de mosquitos. Para controlar la propagación de la enfermedad, es necesario reforzar las campañas de prevención y educación, así como la participación activa de la población. En el largo plazo, sería deseable desarrollar y distribuir vacunas contra el dengue y realizar investigaciones adicionales para prevenir la transmisión y establecer una vigilancia efectiva.
