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Un tercio de los individuos extraditados por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador son miembros del Cártel de Sinaloa, según datos de la Fiscalía General de la República (FGR). En total, 194 personas acusadas de delitos relacionados con la salud han sido entregadas a Estados Unidos, Colombia, Perú o Argentina, la mayoría de ellas vinculadas al Cártel de Sinaloa, seguidas por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del cártel de los Beltrán Leyva.
Adicionalmente, se encuentran en proceso de extradición otros 75 individuos, entre los que destacan figuras como los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, fundadores de Los Zetas, y Rafael Caro Quintero, conocido por su papel en el secuestro y asesinato del agente estadounidense Enrique Kiki Camarena en 1985.
La extradición de Caro Quintero, también llamado el “narco de narcos”, sigue pendiente desde su captura en julio del año pasado en Choix, Sinaloa. Ha estado recluido en el penal de El Altiplano, en el Estado de México, a la espera de su entrega a las autoridades estadounidenses.
Los procesos de extradición suelen ser prolongados y dependen de la voluntad política de los países involucrados y de las posibilidades legales de los acusados. En el caso de Joaquín El Chapo Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa y actualmente condenado a cadena perpetua en una prisión estadounidense, el proceso de extradición llevó aproximadamente un año.
David Saucedo, experto en seguridad, sugiere que el alto número de extradiciones de miembros del Cártel de Sinaloa, en comparación con otras organizaciones criminales, se debe a la presión ejercida por Estados Unidos, motivada por la crisis de salud relacionada con el fentanilo y, más recientemente, por motivos políticos previos a las elecciones.
La lista de extraditados incluye figuras destacadas como Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo, quien enfrenta 11 cargos relacionados con el crimen organizado, lavado de dinero y posesión ilegal de armas en Estados Unidos. Se le identifica como líder de la célula criminal de Los Chapitos, a la que se le atribuye la epidemia de drogas sintéticas, incluyendo el fentanilo, en Estados Unidos.
Este año, México ha entregado a seis narcotraficantes del Cártel de Sinaloa, en comparación con tres del CJNG y dos del cártel de los Beltrán Leyva. Entre los extraditados se encuentra Jorge Iván Gastélum Ávila, conocido como El Cholo Iván, identificado como un importante sicario y jefe de seguridad de Guzmán Loera.
A pesar de que el Cártel de Sinaloa es uno de los más afectados por las extradiciones, el CJNG, dirigido por Nemesio Oseguera Cervantes, también ha sido impactado. Recientemente, Édgar Herrera Pardo, conocido como El Cabo 8 y uno de los líderes cercanos al jefe de la organización, fue extraditado.
El gobierno mexicano también ha llevado a cabo extradiciones de miembros de otras organizaciones criminales relacionadas con el narcotráfico, incluyendo el Cártel del Golfo, La Familia Michoacana, Los Rojos, Los Laredo, Los Granado, Barrio Azteca, Los Zetas y el Cártel de Juárez. Estas acciones han permitido a México negociar diversas concesiones económicas, comerciales y políticas con Estados Unidos.
