El 16 de septiembre de 2024, un autobús que transportaba turistas, incluidos varios mexicanos, volcó en una carretera cercana a Machu Picchu, Perú. El accidente dejó al menos cuatro personas con heridas graves, incluyendo fracturas. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México activó sus protocolos de emergencia para asistir a los ciudadanos afectados, coordinando esfuerzos con la embajada en Perú y las autoridades locales para brindar atención médica inmediata.
El autobús, operado por la empresa Consettur, se dirigía a la famosa ciudadela inca cuando sufrió el accidente. Los equipos de rescate llegaron rápidamente al lugar para atender a los heridos, trasladándolos a un hospital cercano en Cusco. Las autoridades locales también comenzaron una investigación para determinar las causas exactas del accidente, aunque se especula que las difíciles condiciones de las carreteras en esa región montañosa podrían haber sido un factor determinante.
Este incidente pone de relieve los riesgos asociados con las rutas turísticas en áreas remotas de Perú, que a menudo presentan desafíos geográficos y climáticos. A pesar de la gran afluencia de visitantes a Machu Picchu, este tipo de accidentes sigue siendo un recordatorio de los peligros del trayecto.
La región de Cusco es uno de los destinos turísticos más populares del mundo, atrayendo a miles de visitantes diariamente. La seguridad en el transporte de turistas es un tema clave para las autoridades peruanas, quienes han implementado diversas medidas en los últimos años para minimizar los riesgos en las rutas hacia Machu Picchu.
Este accidente ha generado preocupación entre los turistas y las autoridades, que buscan garantizar que el turismo en la región se mantenga seguro, especialmente para los visitantes internacionales.
4o