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El Banco de México (Banxico) aplicó su tercer recorte a la tasa de interés este jueves 26 de septiembre, llevando la tasa referencial a 10.5%, una decisión esperada por el mercado debido a un panorama más optimista en torno a la inflación en el país. El recorte de 25 puntos base sigue la tendencia establecida por la Reserva Federal de Estados Unidos la semana anterior, lo que refuerza la percepción de que las presiones inflacionarias comienzan a disminuir en México.
A pesar de este ajuste, la decisión no fue unánime dentro de la Junta de Gobierno de Banxico. El subgobernador Jonathan Heath votó por mantener la tasa sin cambios, lo que refleja las diferencias internas sobre el rumbo de la política monetaria del país. Banxico mantuvo su tasa en 11.25% durante casi un año antes de comenzar estos recortes.
El Banco de México prevé más ajustes en las dos reuniones restantes de 2024, citando un entorno global menos adverso y una actividad económica interna más débil. Aunque los choques externos, como la crisis energética y las interrupciones en las cadenas de suministro, se están desvaneciendo, la institución mantendrá cautela ante cualquier signo de volatilidad.
El peso mexicano reaccionó de manera mixta tras el anuncio. Inicialmente, la moneda presentó ganancias frente al dólar, pero posteriormente se depreció levemente, cotizando alrededor de 19.66 unidades por dólar. Aunque el tipo de cambio mejoró ligeramente más tarde, cerrando en 19.59 unidades, la volatilidad del peso ante las decisiones de política monetaria sigue siendo un reto.
En términos de inflación, Banxico mejoró sus pronósticos, estimando que los precios al consumidor cerrarán 2024 en un 4.3%, en lugar de la previsión anterior de 5.2%. A pesar de esta ligera mejora, el banco central sigue anticipando que la inflación alcanzará su objetivo de 3% hasta el primer trimestre de 2025, lo que sugiere que se mantendrá una política monetaria restrictiva en el corto plazo.
