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El Banco de México (Banxico) recortó la tasa de interés de 11.25% a 11.00% el 21 de marzo de 2024. Sin embargo, en mayo y junio, decidió mantener la tasa en 11.00%, debido a preocupaciones sobre la inflación. A pesar de que algunos miembros del banco creen que hay margen para una reducción adicional, la persistente incertidumbre inflacionaria sugiere que el próximo recorte podría posponerse hasta noviembre.
La decisión de mantener la tasa estable refleja una postura prudente frente a los riesgos inflacionarios. Banxico podría enfrentar problemas de credibilidad si decide bajar la tasa antes de tiempo y la inflación no se reduce conforme a lo esperado. Esta cautela se justifica por la posibilidad de que una reducción prematura exacerbe las presiones inflacionarias, afectando negativamente la economía.
Además, las presiones inflacionarias han sido influenciadas por factores externos e internos, complicando aún más el panorama. Los miembros del banco enfatizan la necesidad de evaluar cuidadosamente los datos económicos antes de proceder con cualquier ajuste en la política monetaria.
En resumen, aunque hay argumentos a favor de un recorte en la tasa de interés, la prudencia y la vigilancia frente a la inflación han llevado a Banxico a considerar un aplazamiento de esta medida hasta finales de año.
