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El presidente Joe Biden ha permitido por primera vez que Ucrania use armamento estadounidense para atacar territorio ruso, específicamente para defender la ciudad de Járkiv. Funcionarios de EE.UU. confirmaron que Biden ordenó asegurar que Ucrania pudiera utilizar armas estadounidenses para contraatacar las fuerzas rusas que los atacan.
Este cambio de política responde a la intensificación de la ofensiva rusa en Járkiv, aunque Washington mantiene su prohibición de ataques de largo alcance dentro de Rusia. La respuesta de Moscú fue inmediata, con el Kremlin acusando a la OTAN y a EE.UU. de incrementar deliberadamente las tensiones y empujar a Ucrania a continuar la guerra.
Las fuerzas rusas han avanzado en Járkiv, y Estados Unidos ha indicado que los misiles y lanzamisiles suministrados podrían usarse contra tropas y artillería rusas al otro lado de la frontera y contra aviones rusos que bombardean la ciudad. Un funcionario estadounidense confirmó que Ucrania tiene permiso para derribar aviones rusos que los ataquen desde suelo ruso.
Este cambio en la política de EE.UU. se produce tras reiteradas solicitudes de Ucrania y el apoyo de la OTAN. Anteriormente, Washington se había resistido a aliviar las restricciones por temor a una escalada del conflicto. El secretario de Estado, Antony Blinken, sugirió el cambio durante una visita a Moldavia, indicando que Estados Unidos se adapta y ajusta según sea necesario.
El Reino Unido también había mostrado apertura a flexibilizar las restricciones sobre el uso de armas suministradas a Ucrania. La comunidad internacional sigue atenta a los desarrollos y las implicaciones de esta nueva política en el conflicto.
