#Biden da luz verde para que #Ucrania use #Misiles en territorio ruso: ¿un movimiento estratégico o una jugada arriesgada? 🚀🔥

Estados Unidos ha decidido permitir que Ucrania utilice misiles de largo alcance para atacar dentro de territorio ruso, algo que hasta ahora había estado fuera de la mesa por temor a escalar el conflicto con Moscú. El presidente Joe Biden aprobó este cambio justo en un momento crítico, con su salida de la Casa Blanca a dos meses de distancia y la llegada de Donald Trump al poder, lo que genera dudas sobre el futuro apoyo de EE.UU. a Kyiv.

¿Por qué este cambio ahora?

Desde hace tiempo, Ucrania ha utilizado los misiles ATACMS, pero solo dentro de los territorios ocupados en su propio país. Hasta ahora, Washington había bloqueado su uso en suelo ruso, argumentando que podría intensificar la guerra.

Sin embargo, la reciente llegada de tropas norcoreanas para reforzar a Rusia en la región fronteriza de Kursk ha sido el detonante de este giro en la política estadounidense. Kyiv controla más de 1.000 kilómetros cuadrados en esa región, y las autoridades ucranianas han insistido en que no poder atacar dentro de Rusia era como pelear “con una mano atada a la espalda”.

Además, la inminente toma de posesión de Trump podría cambiar drásticamente la relación de EE.UU. con Ucrania. Biden parece decidido a dejar a Kyiv en la mejor posición posible antes de entregar el mando.

¿Qué son los misiles ATACMS?

Los ATACMS son misiles balísticos de largo alcance fabricados por Lockheed Martin, diseñados para golpear objetivos estratégicos como depósitos de municiones, cuarteles generales y concentraciones de tropas a más de 300 kilómetros de distancia. Con una ojiva que puede llevar hasta 227 kilos de explosivos o municiones racimo, son una herramienta poderosa en el campo de batalla.

Estos misiles pueden ser lanzados desde sistemas MLRS o HIMARS, plataformas ya utilizadas por Ucrania, lo que facilita su integración en las operaciones militares. Aunque su disponibilidad es limitada, podrían ofrecer a Ucrania una ventaja táctica significativa en momentos clave.

Impacto en el campo de batalla.

Con esta autorización, Ucrania ahora tiene luz verde para atacar dentro de Rusia, y los primeros objetivos probablemente serán en Kursk, donde las fuerzas rusas y norcoreanas planean una contraofensiva. Usar los ATACMS en esta zona permitiría a Kyiv golpear bases militares, infraestructura y depósitos de municiones clave.

Aunque no se espera que este suministro cambie el rumbo de la guerra, sí podría complicar la logística rusa, obligando a Moscú a mover su equipo militar más lejos del frente, lo que dificultaría los suministros y el apoyo aéreo.

¿Y qué dice Putin?

El Kremlin no se ha pronunciado todavía, pero Vladimir Putin ha advertido en el pasado que el uso de armas occidentales para atacar Rusia podría interpretarse como una “participación directa” de la OTAN en el conflicto. A pesar de las advertencias, varias “líneas rojas” planteadas por Moscú ya han sido cruzadas, como el suministro de tanques y aviones de combate modernos a Ucrania, sin que eso desate un conflicto directo con la OTAN.

¿Qué pasa con Trump?

El tiempo de esta decisión no es casual. Donald Trump, quien tomará posesión en dos meses, ya ha prometido un enfoque diferente hacia la guerra en Ucrania. Aunque no ha dejado claro cómo planea lograr la paz, muchos temen que esto implique cortar el apoyo militar. Algunos aliados de Trump, como su hijo Donald Trump Jr., ya han criticado la medida, señalando que “parece que quieren empezar la Tercera Guerra Mundial antes de que mi padre tome el control”.

Por otro lado, figuras clave del equipo de Trump, como su asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz, han sugerido acelerar la entrega de armas para forzar a Rusia a negociar. Sin embargo, la postura oficial del nuevo gobierno sigue siendo incierta.

Autor Itzel G. Bandala

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