Los republicanos del Senado frustraron ayer un esfuerzo bipartidista destinado a fortalecer la seguridad en la frontera, lo que marcó el fin de meses de negociaciones con los demócratas sobre la legislación dirigida a abordar la creciente cantidad de cruces fronterizos no autorizados, y representó una derrota para el presidente Joe Biden.
A pesar de las negociaciones que se llevaron a cabo durante un año electoral, muchos republicanos argumentaron que el acuerdo no era suficiente, lo que llevó a una votación de 49-50, por debajo de los 60 votos necesarios para avanzar con el proyecto de ley.
Los legisladores republicanos insistieron en que cualquier financiamiento para conflictos en el extranjero estuviera acompañado de fondos para abordar la situación en la frontera estadounidense, lo que llevó al bloqueo del paquete que también incluía 60 mil millones de dólares en ayuda para Ucrania y 14 mil millones para Israel, respaldado por Biden.
El grupo bipartidista de senadores que negoció el acuerdo lamentó la oportunidad perdida para abordar uno de los problemas más persistentes de la política estadounidense.
Si bien cuatro republicanos votaron a favor de continuar con la iniciativa, seis demócratas votaron en contra, argumentando que el acuerdo iba demasiado lejos.
El estancamiento en el Senado significa que el envío de armas a Ucrania en medio del conflicto con Rusia ha sido suspendido en un momento crucial, dejando a las fuerzas ucranianas sin municiones mientras enfrentan ataques constantes.
Es probable que el Senado vuelva a intentar avanzar con el proyecto de ley en el futuro, pero no hay garantías de éxito en un Congreso que ha sido descrito como disfuncional.
Donald Trump, quien tiene el favoritismo de los republicanos para la nominación presidencial en las elecciones de noviembre, ha calificado el proyecto de ley como “horrible”, lo que ha aumentado las tensiones en el proceso legislativo.
En otras noticias relacionadas, se emitieron órdenes de cese y desistimiento contra dos empresas de Texas que se presume estuvieron involucradas en llamadas automáticas que usaron inteligencia artificial para imitar la voz de Biden y disuadir a la gente de votar en las elecciones primarias del mes pasado en Nueva Hampshire.