Un ataque aéreo en el corazón de Gaza dejó un saldo trágico: 11 personas fallecieron, incluidos miembros de una misma familia, según reportaron fuentes hospitalarias. Este hecho ocurrió el sábado por la noche en una casa al este de Deir al-Balah, en el centro del territorio, donde también resultaron heridos varios civiles.
El portavoz del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, Khalil Al-Daqran, confirmó la cifra y señaló que los equipos médicos trabajan a contrarreloj para atender a los afectados. Por otro lado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) declararon haber atacado un centro de comando de Hamas en el área de Daraj Tuffah, que solía ser una escuela en el norte de la ciudad.
Mientras tanto, la situación en los hospitales es crítica. El hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza, ha sido blanco de intensos disparos desde el sábado. Su director, el doctor Hussam Abu Safiya, denunció que artillería pesada golpeó los alrededores y drones lanzaron explosivos en sus patios. Aunque las FDI negaron estar al tanto de ataques en esta zona, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó estos incidentes como “extremadamente preocupantes”.
🚨 A pesar de las hostilidades, la OMS logró suministrar 5,000 litros de combustible al hospital, además de sangre y otros insumos críticos. También evacuaron a ocho pacientes en medio de constantes explosiones.
En el norte de Gaza, en Beit Lahia, las FDI informaron sobre operaciones terrestres donde aseguraron haber “eliminado a varios terroristas y destruido infraestructura subterránea”. Por su parte, la Defensa Civil de Gaza recuperó seis cuerpos y atendió a más heridos en sitios donde se refugiaban personas desplazadas.
La crisis humanitaria en Gaza no da tregua. En Khan Younis, familias desesperadas hacen largas filas para obtener alimentos. Yasra Salem Abu Al-Rous, madre de varios niños, explicó que depende de la caridad porque no puede pagar productos básicos. Otra madre, Aya Al-Batoon, compartió con angustia que su hija, de solo 4 kilos, lucha por sobrevivir ante la falta de comida y agua.
Finalmente, un rayo de esperanza apareció con un convoy de la ONU que logró entrar al barrio de Beit Hanoun después de 75 días sin asistencia. Los nueve camiones llevaban agua embotellada, harina y alimentos enlatados para aliviar la creciente desesperación de los habitantes.
Aunque se vislumbran avances en un posible acuerdo de tregua entre Israel y Hamas, el panorama sigue siendo sombrío para las familias atrapadas en el conflicto.