#Boric en el #PoloSur: El reclamo de #Chile sobre la Antártida y los intereses de otros países. 🌍❄️

Este viernes, Gabriel Boric, presidente de Chile, hizo historia al convertirse en el primer líder de América en visitar el Polo Sur. Durante su visita a la Estación Amundsen-Scott, una base estadounidense, Boric destacó la importancia de Chile en los proyectos científicos de la región, sobre todo aquellos relacionados con el cambio climático. “Es un gran hito para nosotros”, comentó el presidente, quien llegó acompañado de un grupo de científicos y varios miembros de su gabinete, incluidos ministros de Fuerzas Armadas y Medio Ambiente.

Boric se suma a la lista de líderes mundiales que han visitado la zona, como los primeros ministros de Nueva Zelanda y Noruega. Sin embargo, su presencia resalta por el reclamo histórico que Chile tiene sobre una parte de la Antártida, un tema que sigue siendo de interés internacional.

¿Quién tiene realmente derechos sobre la Antártida?

La Antártida no es un país, sino un continente sin población indígena ni gobierno propio. Su territorio, que abarca 14 millones de km², es reclamado por varios países, aunque, en teoría, ninguno lo posee de manera definitiva. Países como Chile, Argentina, Australia, y Nueva Zelanda han hecho reclamos sobre diferentes sectores del continente.

Chile, Argentina y el Reino Unido: un conflicto territorial.

El primer país en establecer una base en la Antártida y declarar su soberanía fue Argentina, en 1904. La Base Orcadas es la estación más antigua en funcionamiento. Por su parte, el Reino Unido, que controla las islas Malvinas (o Falklands), también hizo su propio reclamo en 1908, cubriendo el territorio que Argentina ya consideraba parte de su soberanía. Chile, en 1940, también reclamó una porción, argumentando que era una extensión natural de su territorio, en línea con su historia territorial.

La Antártida y su importancia científica.

La visita de Boric a la Antártida coincide con un momento clave para los esfuerzos científicos de Chile en la región. Mientras que en el pasado Chile ha concentrado su trabajo en la parte norte de la Antártida, ahora se espera que amplíe su participación en los mares de Bellingshausen y Weddell. La región conocida como la Antártica Chilena es parte de la Región de Magallanes, la más austral del país, y se superpone parcialmente con los reclamos de Argentina y el Reino Unido.

¿Por qué tanto interés en la Antártida?

Aunque está cubierta de hielo, la Antártida tiene un atractivo especial por sus ricos recursos naturales. Se estima que debajo de su capa de hielo podrían encontrarse 200.000 millones de barriles de petróleo, más que en países como Kuwait o Abu Dhabi. Pero, a pesar de este potencial, la prospección minera y petrolera está prohibida por el Tratado Antártico, firmado en 1959. Este acuerdo internacional busca evitar disputas militares y garantizar que la Antártida se use exclusivamente para investigaciones científicas.

Recursos más allá del petróleo: el futuro de la Antártida.

Además de los recursos naturales, hay otros factores que explican el interés global en la Antártida. El continente es considerado el mayor reservorio de agua dulce del planeta, con el 70% de toda el agua no salada. ¡Esto podría ser un recurso invaluable en el futuro! Además, sus cielos despejados son ideales para la investigación espacial y el monitoreo satelital.

El Tratado Antártico: un pacto de paz.

Desde la firma del Tratado Antártico, el continente ha sido gestionado internacionalmente. Hoy en día, 29 países con bases científicas tienen voz y voto sobre el futuro de la Antártida. Sin embargo, el tratado no ha impedido que varios países hagan reclamos sobre el lecho marino y las zonas cercanas a la Antártida. A pesar de esto, hasta el momento, todos los países han acordado que solo se realicen actividades científicas en la región.

¿Qué pasará en el futuro?

Aunque en 2048 se renovará el Tratado, hay quienes temen que el creciente interés por los recursos de la región pueda desestabilizar el actual acuerdo. Con la economía mundial en constante cambio, algunos creen que la explotación de esos recursos podría convertirse en una prioridad si el hambre de energía aumenta en el futuro.

Por ahora, la Antártida sigue siendo un lugar clave para la ciencia y la diplomacia internacional. Pero no cabe duda de que su futuro está lleno de incertidumbres y disputas que podrían cambiar el rumbo de este continente congelado.

Autor Itzel G. Bandala

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