El sonido de las máquinas resuena por toda la ciudad, mientras las obras no paran de crecer. En Bujará, una de las joyas de la antigua Ruta de la Seda, las cosas están cambiando rápidamente y todo está pensado para atraer a los turistas. ¿La nueva moneda en circulación? El turismo.

Aquí, en Bujará, cada esquina está siendo invadida por nuevos hoteles. A tan solo unos pasos del antiguo caravasar, donde me estoy quedando, ya están levantando una casa de huéspedes cerca de una madrasa del siglo XVI. Y esto no es todo, es algo que está pasando por todo el país.
La capital, Tashkent, no se queda atrás, con un centro comercial en construcción justo al lado de la mezquita Hazrati Imam y el Centro para la Civilización Islámica. La pequeña Jiva, rodeada de murallas de barro, también está viendo cómo sus antiguas casas de paja y barro son reemplazadas por hoteles modernos.
Pero, sin duda, donde más ruido está haciendo todo esto es en Samarcanda, donde el millonario Bakhtiyor Fazilov está poniendo su dinero en grandes proyectos. Uno de los más llamativos: el Silk Road Samarkand, un intento de crear algo parecido a Disneylandia, pero… ¿sin alma? Muchos se cuestionan si esto realmente representa la historia o si simplemente es un show turístico.
¿Y cómo va todo esto?
Pues bien, en el Índice de Desarrollo de Viajes y Turismo del Foro Económico Mundial, Uzbekistán subió 16 lugares en los últimos 5 años. El gobierno, con el presidente Shavkat Mirziyoyev al mando, está apostando fuerte por el turismo. Su plan Uzbekistán 2030 busca atraer a 15 millones de turistas para 2030, más del doble de los que llegaron en 2023.

¿Y qué más está por venir?
Uno de los proyectos más grandes es el de Eternal Bujará, un mega complejo de ocio que se construirá en las afueras de la ciudad. Aquí el magnate Fazilov también está metido, ya que su empresa Enter Engineering es la encargada de las obras. Aunque, ojo, este proyecto ya está siendo muy controversial.
El plan original era hacer un parque etnográfico con edificios tradicionales, pero lo que muestran los planos 3D es otra cosa: centros comerciales modernos y hasta arte abstracto en los estanques. Rustam Khaydarov, de Enter Engineering, asegura que no se trata de replicar el pasado, sino de crear algo nuevo. Además, habrá hoteles de lujo y hasta atención médica para turistas que vengan a hacer cirugías baratas. ¡Una locura!
Bujará ya no es lo que era
Antes, esta zona era el corazón administrativo de la ciudad, pero hoy en día, está siendo transformada por la demolición del viejo estadio deportivo y la construcción de nuevos centros turísticos. ¿El resultado? Un museo al aire libre donde los turistas son los protagonistas y los residentes parecen estar quedando de lado.
Un arquitecto uzbeko me comentó: “Bujará se está volviendo débil y frágil”. Y no es para menos. ¿Se está convirtiendo esta ciudad en una Venecia del desierto? Puede ser, si seguimos con este ritmo de transformación solo para atraer turistas.

Además, el gobierno está arrasando con edificios de la época soviética, como un antiguo edificio del Partido Comunista que fue demolido. Alerte Héritage, una asociación que protege el patrimonio, está luchando contra todo esto, diciendo que no se consultó a los locales antes de hacer cambios tan drásticos.
¿Qué piensa la Unesco?
Aunque el proyecto Eternal Bujará no está dentro del centro histórico de la ciudad (que es Patrimonio Mundial), sí está dentro de la zona de amortiguación, lo que significa que necesita la validación de la Unesco antes de seguir adelante. Monia Adjiwanou, portavoz de la Unesco, asegura que están vigilando todo de cerca y que cualquier demolición o construcción debe ser evaluada previamente.
Sin embargo, el arquitecto uzbeko y la gente de Alerte Héritage no creen que la Unesco sea suficiente para frenar el proyecto. El gobierno ya prometió 15,000 nuevos empleos y dicen que es un proyecto social más que comercial. Pero si seguimos viendo bazares llenos de productos importados y el paisaje de Bujará cambiando por completo, no es difícil imaginar que el futuro de Uzbekistán podría ser otro.