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El tercer debate republicano, que tuvo lugar en Miami, destacó en su primera parte por el fuerte respaldo a Israel y su responsabilidad en la autodefensa. Los cinco candidatos republicanos en las primarias dejaron claro su apoyo incondicional a Israel y su derecho a defenderse contra Hamas. También condenaron firmemente el antisemitismo que se ha manifestado en algunos campus universitarios en los Estados Unidos.
Los candidatos, incluyendo al gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la exembajadora de los Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, enfatizaron que Israel debe eliminar la amenaza de Hamas, considerando a esta organización como terroristas que cometen atrocidades contra personas inocentes. Argumentaron que Estados Unidos necesita a Israel y no al revés.
El tercer debate republicano también abordó la amenaza del antisemitismo, la influencia de Irán y la retirada de fondos federales a universidades que permiten manifestaciones en contra de Israel en sus campus. Se destacó la importancia de proteger la integridad territorial de Israel y de hacer frente a Irán.
En relación al antisemitismo en los campus universitarios estadounidenses, se consideró como un síntoma de problemas más profundos en la sociedad. Algunos candidatos, como el empresario Vivek Ramaswamy, argumentaron que es necesario restaurar los valores fundacionales de la nación para abordar este problema.
Por su parte, el gobernador Ron DeSantis abogó por aplicar medidas estrictas, como la cancelación de fondos federales a universidades que no tomen acción contra el antisemitismo, y la revocación de visas a estudiantes extranjeros que respalden estas manifestaciones, expulsándolos a sus países de origen.
Nikki Haley también condenó el antisemitismo a nivel mundial y lo comparó con el Ku Klux Klan. Adicionalmente, advirtió sobre los llamados de milicianos de Hamas que incitan a la muerte de Israel y Estados Unidos.
El tercer debate republicano tuvo lugar en el Adrianne Arsht Center en el centro de Miami, en el sur de Florida, y contó con la participación de cinco candidatos. Sin embargo, el favorito en las primarias republicanas, Donald Trump, optó por celebrar un evento paralelo en Hialeah, a unas 8 millas (aproximadamente 12 km) de la sede del debate.
