La Ciudad de México enfrenta una crisis ambiental con mil 89 tiraderos clandestinos que generan aproximadamente 466 mil 439 toneladas de residuos al año, según la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema). Estos focos de contaminación, ubicados principalmente en el centro y el norte de la metrópoli, están afectando gravemente la flora y fauna locales.
En zonas como el camellón de la avenida Plutarco Elías Calles, que limita entre las alcaldías Benito Juárez e Iztapalapa, se pueden observar bolsas de plástico y desechos abandonados, contribuyendo a la erosión del suelo y la disminución de la vegetación. En colonias como San Andrés Tetepilco e Iztaccíhuatl, la basura se acumula en banquetas y áreas verdes, desafiando las sanciones de la Ley de Cultura Cívica.
El problema se extiende incluso a los mercados y centros de abasto, como el mercado de San Andrés Tetepilco y La Merced, donde los desechos se acumulan sin control. Los vecinos señalan la falta de eficacia en los servicios de recolección de las alcaldías como una de las principales causas de esta creciente crisis ambiental.
El Inventario de Residuos Sólidos de la Ciudad de México 2021 destaca que seis alcaldías experimentaron un aumento de 66 nuevos tiraderos clandestinos en comparación con el año anterior, siendo Azcapotzalco la demarcación más afectada. Las denuncias ciudadanas ascienden a 5 mil 782, con Iztapalapa encabezando la lista.
La acumulación de basura no solo amenaza el entorno urbano, sino que también representa un riesgo para la salud pública. La falta de medidas eficaces y la proliferación de tiraderos clandestinos requieren una atención inmediata por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto.