Las carreteras de México se han convertido en verdaderos campos de batalla, donde los transportistas enfrentan a diario situaciones de violencia extrema y robos. La falta de vigilancia y la operación de grupos criminales han convertido algunas vialidades en auténticos infiernos para los camioneros, quienes son víctimas de persecuciones a balazos, robos de vehículos y mercancías, extorsiones y hasta asesinatos.
Entre las carreteras más peligrosas se encuentran la México-Puebla-Orizaba, Matehuala-Monterrey, Morelia-Lázaro Cárdenas, México-Cuernavaca, Urracas-Matamoros-Reynosa, Querétaro-Irapuato y el Arco Norte. Estos tramos se han vuelto focos rojos, donde bandas delincuenciales no dudan en atacar a los transportistas y robar todo tipo de mercancías, desde electrónicos y llantas hasta pipas con gasolina.
En el estado de México, que lidera las estadísticas de robos a transportistas a nivel nacional, la situación es especialmente grave. La autopista Arco Norte, en Hueypoxtla, es señalada como una madriguera de asaltantes, y otras zonas como Texcoco-Lechería, Pirámides y México-Pachuca también presentan altos índices de violencia.
Puebla se ubica en el segundo lugar de robo a transportistas, con una alta incidencia en la autopista México-Puebla-Orizaba. Los municipios cercanos a esta vialidad, como San Martín Texmelucan, Puebla, Tlahuapan, Esperanza y Amozoc, son los más afectados.
Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco, Guanajuato, Zacatecas y Quintana Roo también registran altos índices de robos en sus carreteras. La falta de vigilancia efectiva y la complicidad de algunas autoridades han dejado a los transportistas vulnerables a ataques, generando pérdidas millonarias y aumentando los riesgos de violencia en estas importantes rutas de transporte en México.