El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se vio desbordado este fin de semana por la avalancha de miles de ciudadanos que regresaron de sus vacaciones de Semana Santa, así como por aquellos que arribaron a la capital procedentes de diversas partes del país. La terminal se convirtió en un hervidero de emociones, con abrazos de reencuentro y lágrimas de despedida entre familiares y amigos.
Durante todo el día de ayer, tanto la Terminal 1 como la Terminal 2 experimentaron una afluencia masiva de viajeros que retornaban de destinos turísticos como Acapulco, Veracruz, Oaxaca, Manzanillo, Mazatlán, Puerto Escondido, Mérida, Cancún y Los Cabos, entre otros.
Incluso, en la Terminal 2 se pudo observar a algunos pasajeros llegando disfrazados, como un individuo caracterizado como Picacho, acompañado de globos y flores para recibir a su pareja proveniente de Estados Unidos. Asimismo, se destacó la presencia de personas sosteniendo carteles de bienvenida para recibir a sus seres queridos.
Los accesos principales al aeropuerto, como la avenida Capitán Carlos León y la glorieta de acceso a la Terminal 2, se vieron congestionados por el incremento del tráfico vehicular, generado por los familiares y amigos que acudían a despedir o recibir a los pasajeros.
Para garantizar la seguridad, elementos de la Marina, la policía capitalina y personal de seguridad privada se desplegaron en pasillos, puntos de control y alrededores del aeropuerto.
Sin embargo, la operatividad no estuvo exenta de incidentes. El viernes, las autoridades del AICM reportaron el aseguramiento de un pasajero mexicano que intentaba viajar a Sao Paulo, Brasil, con una considerable cantidad de metanfetamina en su equipaje documentado. Este suceso provocó retrasos en un total de 39 vuelos programados para ayer, según datos proporcionados por el portal de rastreo FlightAware.