El Instituto Nacional Electoral (INE) ha reconocido que no podrá instalar casillas en varias zonas de Michoacán y Chiapas debido a problemas de seguridad y logística. Esta admisión resalta las dificultades que enfrenta el organismo en estas regiones, marcadas por la violencia y el control de grupos criminales. Lorenzo Córdova, presidente del INE, explicó que estas complicaciones pueden afectar la participación ciudadana en las elecciones del 2 de junio, generando preocupación sobre la integridad del proceso electoral en dichos estados.
El INE ha tomado medidas para garantizar la seguridad en otras zonas conflictivas, pero en Michoacán y Chiapas, la situación es particularmente crítica. Las autoridades locales han colaborado, pero las amenazas constantes han limitado los esfuerzos. Esta situación no solo afecta la instalación de casillas, sino también la entrega de material electoral y la capacitación de funcionarios de casilla.
Organismos de derechos humanos han expresado su preocupación por la falta de condiciones adecuadas para una votación segura y libre en estas áreas. El INE sigue buscando soluciones para minimizar el impacto y garantizar que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto, aunque las circunstancias actuales presentan un desafío significativo.
El contexto de inseguridad y el control territorial de grupos delictivos complican la operación del INE, dejando en evidencia la necesidad de abordar estos problemas estructurales para asegurar procesos democráticos transparentes y accesibles en todo el país.